Insomnium + Tribulation, Sala Custom, Sevilla (11/04/18)
Tribulación:
Del lat. tribulatio,
-ōnis.
Congoja,
pena, tormento o aflicción moral.
Y
una semana más, concierto de grupazos en la ciudad. En esta ocasión
teníamos el placer de disfrutar de la banda de death metal Insomnium
con Tribulation como teloneros de excepción.
Es
miércoles por la tarde, la apertura de puertas estaba prevista para
las 19:00, una hora después de la merienda-cena de los protagonistas
de la noche, pero se retrasó ligeramente. Mientras tanto yo, contra
todo pronóstico, realicé el pre-concierto, un pre-concierto donde
no faltó mi amigo Jim Beam pero algo más light que en otras
ocasiones. Mientras las temperaturas primaverales se resisten a
llegar, un desagradable viento y el frío ayudaban a crear el
ambiente propicio para lo que viviríamos dentro de la sala, temas
que te harían sentir en el invierno más crudo jamás vivido por el
hombre (bueno, tal vez me haya excedido un poquito, pero es para que
os pongáis en situación).
Una
vez abren las puertas, me dirijo a toda velocidad para adquirir mi
entrada, pero cuál es mi sorpresa cuando descubro que no tienen
entradas bonitas de taco, sino las feas amarillentosas con dibujo en
negro de Ticketmaster; y eso, para las personas que guardamos las
entradas, es una bajona en toda regla. Pero podía ser peor, un
triste folio impreso con un código de barras. Apuramos los últimos
minutos de previa antes de pasar a la sala. Pasan las ocho de la
tarde, llegamos a la puerta y....DNI, por favor. No es la primera vez
que me lo piden. Según ellos, es una nueva ley por la cual toda
persona que acceda a la sala debe de estar identificada mediante el
DNI y lo llevan a rajatabla: no DNI, no pasas; y da igual que vengas
desde Cádiz sólo para ver el concierto. Buscando información no he
encontrado nada al respecto salvo lo relacionado con las entradas
nominativas o en el caso de acceso a menores a las salas. Si bien es
cierto, toda persona mayor de 14 años debe de poseer DNI y exhibirlo
a requerimiento de la Autoridad o sus Agentes (Real Decreto
1553/2005), pero este mismo Reglamento contempla la opción de no
portar dicho documento en todo momento y no por ello debe de
constituir delito, sanción u otro tipo de penalización. Pero
volviendo al tema de los conciertos, si lo que dicen los señores de
seguridad es cierto, pienso que es algo que se debería de anunciar
con anterioridad al ser algo que antes no ocurría y dado lo
restrictivo del asunto. Pese a la intransigencia del personal,
comentar que el día del concierto de Machine Head, dicha práctica
no se llevo a cabo, no quiero pensar que fue por la importante
cantidad de público asistente...
Dejando
temas burocráticos a un lado, pasaremos a lo que nos interesa, el
concierto. Entré en la sala con el concierto de Tribulation ya
empezado. Pese a que la sala estaba llena un tercio, no de cerveza,
sino de su capacidad total, había más gente de la que esperaba
encontrar y eso, teniendo en cuenta que era miércoles y no grupos
que atraigan a mucho público especialmente, está bien. Lo mejor de que
no haya tanta gente es que puedes coger un buen sitio y en el momento
que se te planta delante la persona de 1'93 metros de amplia espalda
que por ley debe de haber en todo concierto, siempre puedes cambiarte
de sitio, o empujarle si eres una persona agresiva, pero eso está
feo. Tengo un lugar adecuado, buena compañía y una Coca-Cola extra
helada sin aditivos ni añadidos, o sí... ya solo queda disfrutar de
la oscuridad de Tribulation.
Toda la puesta en escena iba en
consonancia con lo que pretendían transmitir: maquillaje tétrico,
vestimentas oscuras y luces lúgrubes en tonos verde pócima de bruja
que otorgaba a la sala un ambiente de lo más tenebroso. No siempre
los teloneros suelen convencer, pero en este caso, tuvieron la
atención del público desde el primer momento. Su música consigue
atraparte, con riffs psicodélicos como los del tema "Melancholia",
logran hacer bello y elegante temas como la soledad, la muerte o el
sufrimiento. Las voces guturales no siempre son bien recibidas o
comprendidas, pero hay grupos, como en este caso, que son capaces de
crear una agradable atmósfera donde disfrutar de sus voces y
melodías. Para completar todo el cuadro siniestro, la extrema
delgadez de los músicos con esas piernas sumamente delgadas y largas
te transportaban a Pesadilla antes de Navidad, como si de unos
familiares directos de Jack Skellington se tratara. Destacar al
guitarrista, Jonathan Hultén, por sus bailes y giros por todo el
escenario con los que conseguía transmitir lo bien que se lo estaba
pasando allí arriba a pesar de estar hablando de quemar a los
hombres y los sueños de los muertos. Quiero que sea mi amigo e irme
con él de concierto.
Tras
cincuenta minutos de puro éxtasis macabro toca volver al mundo de
los vivos. Disponemos de un descanso de veinticinco minutos antes de
comenzar el viaje vikingo, tiempo que aprovecho para ir a la zona de
merchandising, zona sin nada a destacar, camisetas, discos, etc, como
otra cualquiera. Mi objetivo era adquirir el vinilo del último
trabajo de Insomnium, el cual incluye el cuento escrito por el
cantante a raíz del cual surgió el disco, pero ya se había
agotado, así que...siempre me quedará internet. Busqué consuelo
comprándome una camiseta.
Y
a eso de una hora comprendida entre las 21:00 y las 23:00, da
comienzo el concierto de Insomnium. No hay tiempo que perder,
disponen de cien minutos para deleitarnos con el death metal melódico
más exquisito por lo que descargaron el Winter's Gate al completo.
Se trata del último trabajo de los finlandeses lanzado en 2.016,
compuesto por una única canción épica de 40 minutos dividida en
siete cortes. Como dije anteriormente, el albúm está basado en un
cuento escrito por el vocalista y bajista Niilo Sevänen. Una breve
historia sobre un grupo de vikingos que se propusieron encontrar una
isla legendaria al oeste de Irlanda a pesar del traicionero invierno
que se aproximaba.
Al igual que ocurriera con los teloneros, el juego
de luces perfectamente escogido junto con los himnos épicos
conseguían que te metieras de lleno en su historia hasta casi querer
embarcarte en un drakkar e ir tú mismo en busca de la isla, sin
ánimo de parecer exagerada... Finalizada la mega canción, le llega
el turno a grandes temas de sus anteriores discos como "While We
Sleep", "Ephemeral" y como broche a una noche mágica, "Only One Who
Waits". Aunque fue un concierto para disfrutar de la experiencia
sensorial de estar en una aventura vikinga, también hubo momentos
para el desfase con los pogos reglamentarios (ya a estas alturas no
me pidáis saber en qué canción se produjeron). Tras el brusco
final de la última canción, Insomnium desaparecen a toda prisa.
Normal, teniendo en cuenta que a las 23:00 el show debería de haber
finalizado para recoger todo el equipo antes de las 00:00, llamar al
bus. Tienen por delante una diez horas de camino para recorrer los
660 kilómetros aproximadamente que separan Sevilla de Valencia. ¿Que
cómo sé todos estos datos? Tuve unos ayudantes estupendos.
Como
resumen de la noche me gustaría añadir que si no has escuchado a
ninguno de los dos grupos, si te echa un poco para atrás el death
metal con sus voces en ocasiones ininteligibles, esa atmósfera
oscura de decandencia y terror, Insomniun y Tribulation son buenos
grupos para darle una oportunidad al género, coger alguno de sus
discos, tumbarte en un lugar tranquilo y deleitarte con su música
hasta el éxtasis del alma.
Y
mariconadas a un lado, tras el concierto, la segunda mejor parte de
la noche: hamburguesota de esas que te dan la vida, que en cualquier
otro momento no te saben a gloria, en el puesto de fuera de la sala.
Y
así, estimado lector, lectora, es como viví los conciertos de Tribulation e
Insomnium.
Mia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario