Crónica del Rockefort Fest (Cáceres, 30/09/17)
Nuestro compañero y redactor exprés Javier Barrera está aprovechando magníficamente bien su disponibilidad y aparte de disfrutar a tope de buenos RockSaraos, nos está poniendo en bandeja reseñas de calado para EdeM como ésta del Rockefort cacereño. Así nos narra.
Nos preparamos mi otrora compañero inseparable de festivales Jesús Cañete (batería de Licor Negro) y servidor a marchar a tierras extremeñas para asistir a la primera edición de un festival que nace con la vocación de continuidad pues ya han anunciado fecha (29/09/2018) y cuatro grupos confirmados: Avalanch, Medina Azahara, Barón Rojo y Saurom.
La primera impresión del recinto fue un poco la de festival pequeño, en un espacio de tierra y con una sola barra de comida/bebida que a la larga fue insuficiente pues los bocadillos al término de Saratoga ya no quedaban; y contando que no se podía salir... pues menos mal que no faltó la cerveza. Eso sí, se instalaron en la puerta un par de puestos que si lo hablabas con los de seguridad te dejaban acercarte a pedir. Tuvo un trato muy amable todo el personal responsable.
Hubo momentos en los que me recordó a un primitivo Leyendas pero en pequeño. Un acordes se puede aproximar más. Un festival hecho por un melómano Heavy de corazón y aprovechando la cita conjunta del Veranillo Festival el cual se celebró el día anterior, pues intenta amortizar el cotarro y hacer realidad su sueño de traerse a todas las glorias nacionales.
La cita por el cartel era atrayente, pero la proximidad de tantos festivales, los gordos que ya pasaron, después de vacaciones, etc. hizo a mi opinión que la entrada fuese bastante floja para el caché de los grupos pues calculé que a 1500 personas no creo que llegásemos en el momento de más afluencia que fue como cabía esperar en Mägo de Oz. Egoístamente lo agradecí pues el poder ver muy cómodo a todos estos grupos y poder cantar con cancha alrededor es magnífico para pasar una velada agradable.
El maestro de ceremonias fue el incombustible Mariscal Romero y bueno, no hay que decir nada más... pinchando Heavy clásico, animando, regalando ejemplares de la Heavy Rock a troche y moche y haciendo los chistes de su estilo. Buen anfitrión para no aburrirse durante los cambios que a la larga hicieron que el retraso llegase a ser importante a última hora de la noche.
El escenario era suficiente para lo que se pretendía y el único pero fue que al no tener nada detrás, el viento no permitió desplegar los telones de cada banda.
A las siete en punto salieron Dimenssion; banda local de Cáceres con una vocalista jovencísima. Su sonido era Power aliñado con intriga en cada canción de Pantera, Metallica, Dio para captar la atención del personal todavía escaso. No sabía nada de ellos y me parecieron bastante normalitos, la verdad. Riff manidos hasta la saciedad que hemos escuchado mil veces, solos bastantes flojos y una voz que aunque bonita, la inexperiencia hizo dejarla en evidencia pues iba leyendo las letras escritas en una carpeta la cual tenía en el suelo, hizo que estuviera muy estática y fallar en algunas canciones. Fue en el penúltimo tema cuando se arrancaron con una versión de Show must go on de Queen en la cual puso sus cartas sobre la mesa. Esta chavala canta muy bien y la bordó. Tiene un potencial que con las composiciones de su banda no las puede explotar por cantar en unos tonos muy bajos. Con un poco más de recorrido con unos temas a su medida puede dar mucho de si.
Después vinieron los Lujuria con su show especial donde interpretaron su primer álbum Cuentos para Mayores integro y en el mismo orden. No sé si hubiese preferido su segundo álbum para un concierto así pues hay en este disco temas que para mi gusto son un poco más regulares, pero es una apreciación personal y la gente alrededor cantaba y disfrutaba. No seré yo el que discuta. El sonido fue en general bueno aunque a Oscar costaba entenderlo durante las canciones. Soltó varios chistes de su estilo, ya se sabe, polla por aquí, follar por allá aunque estuvo más comedido que en anteriores citas donde no paraba. Añadieron Joda a Quien Joda y como no, para despedirse como no podía ser de otra manera Corazón de Heavy Metal, la cual fue la que más me gustó y la canté a hierro.
También podían haber aprovechado ya que era un festival pequeño haber tenido alguna colaboración de algún componente de las otras banda. Pero no.
Ya con un poco de retraso salieron Saratoga con un Tete muy voluntarioso, Nico y Jero a su nivel, sin titubeos y un Dani Pérez que no necesita una batería muy grande para hacer atronar su instrumento. Un bombo con doble pedal, una caja y dos timbales le sobraron para hacer retumbar el pecho a cada toque. Muy grande este tío. Se tocaron a pachas temas de la última época metiendo muchos temas de Agotarás.
También tuvieron su momento relajado con Si amaneciera sin Ti con acústica incluida. Tete terminó dándolo todo, moviéndose bastante. Fue un muy buen show el cual acabaron con Perro Traidor dejando el listón alto.
Con Mägo de Oz siempre pasa lo mismo y tardaron muchísimo en hacer el cambio de instrumentos y para cuando salieron ya se acumulaba más de una hora de retraso.
No puedo ser objetivo con esta banda pues me enamoraron con Jesus de Chamberí, con la Leyenda de la mancha me hicieron fan y con el Finisterra me hicieron seguirle a muchos conciertos donde para mí tocaron techo musicalmente y en directo.
La falta de Jose Andrea para mí es insalvable. Z canta bien, cada vez se mueve mejor, pero no se porque no me termina de convencer.
Comenzaron con Pensatorium y sin descanso con Satania. El repertorio muy bueno con los temas más cañeros de Finisterra (Astarot sonó muy bien) y algo más pop como Hoy toca ser feliz el cual se ha convertido, por como vi cantándola a mi alrededor al público, en un clásico. Molinos de viento y Fiesta Pagana para acabar con un buen show. Mención especial para Patricia Tapia quien cada vez tiene más protagonismo y no para de moverse y animar.
Para cuando salieron Obús ya eran casi las tres de la mañana. Los estores de aluminio con los que cubren las tarimas y de donde sale el grupo al principio cada vez están mas hechos polvo. Además adornan los filos y la batería con unas tiras led que parecen las luces que se ponen en Navidad en los balcones...
. Tienen que ir pensando en cómo variar la decoración pues cada vez queda más cutre.
Musicalmente, salvo las dos primeras canciones donde el sonido era embarullado, una vez se puso todo en su sitio, han sabido con su experiencia y con el batería-malabarista (el cual tiene una pegada bestial) hacer un sello Obus donde los riff no dan descanso y hacer unos bolos muy compactos y sonar con una contundencia indiscutible. Fortu para los años que arrastra (no puede esconderlos pues aunque el no quiera se le notan) se mueve bien, canta aceptable y hace disfrutar. Fueron cayendo todos los clásicos -como decía Gene Simmons, aunque estés harto de tocarlos te jodes y los tocas pues es lo que quieren escuchar los fans-: La Raya, Autopista, Te visitará la muerte, Dinero, dinero... En Complaciente o Cruel subió a mucha gente al escenario,(no podía faltar momento banda enrollada, inolvidable para el fan) aunque por lo menos no hubo ni solos, ni el pino ni la postura pierna sobre los hachas lo cual se agradeció pues ya no eran horas.
Terminaron a las cuatro de la mañana con como era previsible Vamos muy bien, ahora sí, con la colaboración de Oscar, Tete, el organizador y el equipo del Mariscal. Una fiesta.
Buen broche par una noche que acabó para nosotros pues quedaba el camino de vuelta y ya no había cuerpo para esperar el cambio de instrumentos y disfrutar de Tierra Santa.
Haciendo recuento, fue una muy buena jornada pero el exceso de festivales y conciertos hace que el factor sorpresa vaya mermando y quizás un poco de relajación y período de reflexión para escuchar cosas nuevas hagan coger ganas para disfrutar totalmente de estos bolos.
Fdo.: Javier Barrera
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