martes, 20 de marzo de 2018

Un Palacio más polideportivo de lo que quisiéramos


     IV Palacio Metal Fest, Los Palacios (Sevilla), Pabellón Jesús Navas (10/03/18)

     Tras un par de semanas de lluvias y mal tiempo el sábado al mediodía se abrieron los cielos, Odín y Thor se retiraron a sus aposentos en el Valhalla con sus rayos y truenos y nosotros emprendemos viaje a Los Palacios para disfrutar de una jornada en familia. Porque Palacio Metal Fest es eso, una gran familia unida por la música.
   Ese año se trasladan de su habitual ubicación en el Parque de Las Marismas al polideportivo Jesús Navas debido al riesgo de lluvias y al estado en que se encontraba el parque. “Era eso o suspender” nos comenta una de las organizadoras, y por supuesto suspender hubiera podido significar tener que tirar la toalla y abandonar el proyecto para los próximos años por las pérdidas económicas que supondría. Recordemos que PMF está organizado por un pequeño grupo de personas (la Asociación Musical Palaciega del Rock) que no se dedica profesionalmente a la organización de eventos aunque son mucho más profesionales que la mayoría de los que conforman el panorama ibérico. Ellos organizan este Festival dedicado a la Música Heavy Metal y HardCore, la fiesta de presentación del mismo que este año tuvo lugar en Sevilla en la sala Even y con lo recaudado se permiten el lujo de organizar otro festival gratuito de puertas abiertas: El Amokafre.
    Con las prisas de última hora nos saltamos lo que debería ser la primera parada obligatoria “Ancá Domingo”, pequeño bar de la localidad que sirve de punto de reunión a los seguidores del Heavy de la región, y nos dirigimos directamente al complejo deportivo en cuyas inmediaciones ya se va viendo el ambiente festivo y de reencuentro de metaleros venidos de diferentes localidades que ya son caras habituales en este Festival. Entre saludos, abrazos, besos y demás, se empiezan a escuchar las primeras conversaciones de preocupación por el sonido y es que no puede ser lo mismo el envidiable entorno de los años anteriores en el parque al aire libre que un polideportivo cerrado. Pero no hay que venirse abajo y para solucionar ese tema se han desplazado hasta la localidad los mejores técnicos que se podían conseguir.
      El pasado año pusieron a la venta 500 entradas y se quedaron a unas 30 del “sold out”, este año han subido a 575 y se han vuelto a quedar unas 30 del “Agotadas”. Desde aquí os lanzo una idea para el próximo: poned 696 entradas a la venta, veréis que bien queda en vuestro currículo el número de entradas que se vendan.


      Abren Pandemia, cuatro jóvenes venidos desde Cantabria con un Thrash potente y una voz desgarradora. Su implicación en el directo es aún mayor que en el par de CD que ya tienen a la venta. En 50 minutos descargaron su energía presentando su último trabajo “Behind Enemy Lines” autoproducido y gracias a una campaña de crowdfunding.

  Marabunta dando caña improvisada, pero eficiente.


Aquí deberían estar Abductum pero por problemas médicos de uno de los componentes no pudieron asistir. Se escucharon diferentes versiones todas con la misma base que una gastroenteritis había impedido al bajista tocar pero con la diferencia de que por un lado había sido algo sobrevenido y hasta las diez de la mañana no habían mandado un mensaje a la organización para avisar, por otro lado también se escuchó que llevaba dos días enfermo. Si es esto último me entristece la falta de profesionalidad ya que hubiera sido bueno ir avisando del desarrollo de la enfermedad desde antes para que la organización contase con más tiempo para solventar el imprevisto; no es lo mismo cinco horas que veinticuatro para encontrar sustituto. De todas formas la rapidez y profesionalidad del equipo organizador les permitió rápidamente contar con Marabunta grupo del Aljarafe sevillano que con su directo contundente mezcla de Hardcore y Rap hicieron las delicias del público.

Una vida entera dedicada al Heavy Rock, Zarpa.


      Los míticos Zarpa demostraron que cuarenta años de trayectoria a sus espaldas no viene regalados sino trabajados. Eligieron una selección de temas que fue del agrado de sus seguidores y llenaron una hora de virtuosismo que no pudo competir con el mal sonido debido a las características del local y a que todavía no había un lleno completo que pudiera amortiguar los rebotes. No pudieron contar con su habitual baterista, pero el sustituto estaba perfectamente integrado en el grupo y no desmereció.

     
      Con Vhäldemar se consiguieron subsanar algunos fallos de acústica y dieron un concierto increíble. Se mostraron muy cercanos al público tanto sobre el escenario como fuera de él. Presentaron ante nosotros su último trabajo “Against All Kings” ya considerado por muchos como una obra de arte. Aunque tuvieron que eliminar algunos temas de su set list por falta de tiempo, consiguieron dejarnos a todos un un buen sabor de boca.


     Debauchery se presentaban por primera vez en España pero no por ser exactamente un grupo novel pues ya tienen más de diez trabajos publicados a sus espaldas y son un referente del Death Metal internacional. Su puesta en escena fue impactante, no faltaron mascaras de demonios, sangre, calaveras y demás. Curiosamente bajo el escenario se mostraron simpáticos y amables atendiendo a todos los fans que se les acercaban y era curioso ver a un tipo de casi dos metros pintado de sangre sonriendo amistosamente a unos niños de diez años. Un gran acierto de la organización haber conseguido contar con estos alemanes que hay que ver por lo menos una vez en la vida.


    Suicidal Angels eran tal vez los más esperados y se hicieron esperar. Numerosos problemas en el montaje atrasaron su comienzo, algunos subsanados por los técnicos que una vez más demostraron su valía y otros que tienen poca explicación como la negativa de tocar con un doble bombo de diferentes colores. Aun así los griegos dieron un magnífico concierto aunque su implicación y acercamiento dejó que desear desde mi punto de vista.
     El cierre fue de la mano de Bellako que sirvió para agotar las fuerzas que aún les quedaban a los más resistentes. Estos catalanes consiguieron que sus fans gritaran, bailaran e hicieran los pogos más salvajes de la jornada.
     Entre el bullicio cacofónico de quinientas personas hablando a la vez en un espacio con más ecos que el Gran Cañón se me acercó una gran amiga y componente de la organización y con lágrimas en los ojos me dijo “Este no es mi Palacio Metal Fest”. Bueno, me parece que he exagerado un poco lo de las lágrimas pero sí es verdad que la frase la oí y si bien no fue todo lo que hubiéramos querido sí que volvió a ser mucho más de lo esperábamos. Un Festival imprescindible para todo amante de la música dura y del buen ambiente.

    Texto y fotos: Ignacio Moreno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario