CRÍTICA L.D.
Material a pulir: ORION CHILD
Disco: “Continuum Fracture” (2019).
Procedentes de: Durango, Bizkaia.
Estilo: Power Metal con pasajes death y black.
Discografía: A New Dark Apology (2011), Into
de Deepest Bane Of Hope (2016) y Continuum Fracture (2019)
Autor de la reseña: Miguel Martínez
Autor de la reseña: Miguel Martínez
No fueron pocas las
veces que un buen amigo vizcaíno, don Mario Dorado, me habló sobre las bondades de Orion Child, una banda de Durango que lleva años
luchando por hacerse un hueco en el panorama musical a base de un aguerrido power
metal con toques death/black y unas letras que suelen tocar lo futurista, lo intangible. Debo
reconocer que, ante la avalancha de material a la que se enfrenta uno día tras
día, fui aplazando las escuchas hasta que, fruto de su tercer trabajo que hoy
comentamos, dije que no lo demoraría más; y fue entonces cuando me di cuenta
del craso error cometido.
Craso error porque la
evidencia saltó al oído a las primeras de cambio: un sonido compacto, potente,
equilibrado, de esos que denotan un enorme trabajo detrás. Ilusión
también, a raudales. Y porque es para hacerse ver el que, si en lugar
de vascos fueran finlandeses o suecos, haría tiempo que Orion Child estarían liándola
gorda a lo largo y ancho de nuestra geografía; en ocasiones no sabemos valorar lo
que tenemos (me incluyo, no tengo intención de escurrir el bulto) y dejamos
pasar oportunidades tan claras como esta. Pero, una vez entonado el mea
culpa, hoy ha llegado día de resarcirse.
Continuum Fracture es
el tercer LP de estudio de Orion Child, grabado y mezclado en los Chromacity
Studios y que parieron a finales del pasado mes de marzo. La portada es obra
de Warbanner.eu.
El disco comienza con la intro Long Time Ago..., que ya deja entrever las intenciones y los tintes del que será corte de apertura, The Arrival Gate, marcado por continuos cambios de ritmo y por una batería desgarradora de principio (sobre todo, porque vaya comienzo) a fin; importante presencia de los teclados de Jonkol, que se encargan de crear una atmósfera envolvente y hacen que acabes pidiendo más. Algo que se arregla rápidamente con Nuclear Horizons, para mí el mejor tema del disco, que se erige en auténtica bomba de relojería: Víctor y Jones han formado un equipazo a la hora de combinar sus voces agudas y guturales, respectivamente, para aportar un toque de distinción al asunto. Se complementan muy bien. El estribillo, realmente pegadizo, se adereza con estupendos solos de guitarra y unas sorprendentes melodías. ¿Definición sonora de temazo? Aquí la tienes.
Los alaridos de Collective
Soul Warp ejercen de antesala para Calibrated and Checked, donde la
velocidad baja un par de pistones para ofrecernos un medio tiempo caracterizado
por sonidos pesados y unos ritmos más pausados. En Sons Of The Sea cobra
especial protagonismo la voz aguda para acompañar a unas melodías power en las
que las guitarras de Daedin y Jones hacen de las suyas tras un momentáneo
‘parón’ hacia mitad del corte, dotándolo de sentimiento. The Hatred Of My
Race comienza con un llamativo toque de teclados para dar paso a otro medio
tiempo que se rompe en ocasiones gracias al juego de piernas de Jandro (menuda bestia parda sobre el bombo); muy llamativa la parte cantada en euskera, algo que
un servidor agradece enormemente.
El siguiente ‘bloque’, porque
Continuum Fracture incluye varios cortes de menos de un minuto que se encargan
de categorizar el disco, como este Anthem For A New Era, empieza con Unexpected
Loss, donde las voces guturales juegan un destacado papel y en el que
recuperan una marcha más de velocidad. Siguen jugando aquí con los cambios de ritmo
y con el intercambio de solos entre guitarras y teclado, aportando frescura al
conjunto. The Oath Of The Enemies es una canción rapidísima en la que se
notan los tintes oscuros y en la que colaboran entre otros Carlos Escudero, de
Vhäldemar, y Raquel Sánchez; el juego de voces durante todo el corte es digno
de mención, con un abanico de lo más variado.
Wanderer’s Summoning, una nueva apertura de ‘bloque’, precede a Under The Bleeding Stars, muy cañera, en la línea del tema anterior, y donde volvemos a comprobar la gran dualidad vocal que manejan Víctor y Jones. El estribillo supone un valle de velocidad respecto al conjunto, pero aun así pega bien. Fight Beyond The Bane es el segundo corte que más me gusta de este Continuum Fracture por la diversidad de estilos que podemos encontrar dentro de una misma canción, sacando todo el potencial que los chicos de Orion Child llevan dentro: power metal épico por aquí, melodías death por allá y un poco de heavy puro para unir las diferentes construcciones melódicas. Muy bueno. Wrath of Obliti se caracteriza por una atmósfera muy black, con una (y van…) impecable labor de batería y teclados, destacando una vez más las voces graves. Y es con Undying Continuum con el tema que cierran este tercer disco, un corte de un minuto de duración que sirve de despedida hasta la próxima entrega de los vizcaínos.
Para quien suscribe
estas palabras, Orion Child ha sido uno de los descubrimientos de este 2019. Un
disco muy recomendable que hará las delicias a los amantes del buen power metal
y de los ritmos contundentes. Los vimos en
el Óleo Rock que se celebró este verano en Torredonjimeno (aquí podéis
leer la crónica) y los volveremos a ver en vivo el próximo 9 de noviembre en Madrid, donde
estarán acompañados por Crusade of Bards y Crash Kidz. Intentaremos hacerles
una entrevista entre tanto para que nos cuenten más cosas sobre esta descarga
en Madrid y, además, sobre su presencia en el portugués Milagre Metaleiro el próximo año. Quiero mandar un especial agradecimiento desde aquí a Mario
Barahona por haberme descubierto esta gran banda, que seguiremos muy de cerca a partir de ahora. ¡Salud, amigos!
Formación: Víctor (voz limpia), Jones (guitarra y voz gutural), Daedin (guitarra), Jandro (batería), Jonkol (teclados), Rafi (bajo).
Sello discográfico: On Fire Records
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