CRÍTICA L.D.
Material a pulir: HEADON
Disco:
“Cicatrices”
(2.018)
Procedentes
de: San
Pedro del Pinatar (Murcia)
Estilo:
Heavy
Metal melódico
Discografía:
Heavy
Metal (demo) (2.017), Rabia y corazón (2.007) y Cicatrices (2.018)
Formación: Voz: Andy Martinez, Guitarra: Ube Madrid, Guitarra: Jota, Batería Alfonso Ruíz (N. EdeM.: Carly Pajarón le sustituye actualmente), Bajo Juan Salinas.
Sello discográfico: Rock * CD Records
Redes:
Facebook.com/OficialHeadonEn Twitter @OficialHeadon
Autor
de la reseña: Antonio J. Álvarez
Para
empezar esta crítica he de ser franco: No conocía la anterior
andadura de Andy Martínez como frontman de la banda “Headon”,
como paso previo a capitanear junto con Ix Valieri el reformado y
renombrado grupo que finalmente se llamó “Zero3siete”,
de cuya historia no ahondaremos en la presente, al no considerarlo
quien suscribe necesario.
Sin
embargo, he de admitir que el motivo de interesarme por la formación
que hoy nos trae aquí, es decir, “Haedon”,
lo
ha sido por mi profundo respeto hacia Andy Martinez, como quizás
una de las voces más prolíficas de nuestro heavy patrio, el cual
ha sido a veces denostado por comparaciones que intentan hacer
desmerecer el gran talento del señor Martínez.
Y
así, como quien no quiere la cosa, hemos llegado a “Cicatrices”,
que
resulta ser el segundo LP de la formación murciana, que ha sido
un grato descubrimiento para este humilde redactor, quien se
compromete a darle una escuchada a su anterior trabajo lanzado en
2.010: “Rabia
y Corazón”.
No
tengo ni idea dónde se ha estado escondiendo Alfonso Ruiz*, pero he de
admitir que su dominio de las baquetas me ha sorprendido en el
transcurso de todo el trabajo, empezando por este primer tema,
denominado “Cicatrices”
y
que da nombre al disco. Andy no se queda atrás. Hablamos de una
declaración de intenciones por parte de la formación en el primer
sencillo. Empiezan a quedar atrás las odiosas comparaciones y
percibo una voz más madura, rasgada y trabajada en el cantante que
intenta, con satisfactorio resultado a mi parecer, alejarse de
timbres que puedan recordar a otras épocas donde quizás su voz, con
mucho poderío, pecaba en ocasiones de no tener la personalidad
requerida.
En
cualquier caso, tras el rápido y conciso trallazo que implica el
primer single, que vino acompañado de un videoclip simple pero
efectivo para (re) presentar a la banda, continúa la andadura de
“Cicatrices”
con un tema que se me antoja quizás el más heavy metal de la
propuesta de los “Headon”,
donde
vuelve a destacar la batería, con un poderoso doble bombo, y que ha
sido bautizado como “Tras
el Cristal”
Sin
tregua, el disco nos presenta la tercera descarga, “Largo
camino”,
que si bien ha podido ser el tema que menos me ha encajado en las
primeras escuchas por lo genérico de su estructura, lo cierto es
que entiendo debe ser de los temas que en concierto han de funcionar
como un cañón en base a, precisamente eso, su estructura, con
posibilidad de participación del público en su último cuarto.
“La última lágrima”
son
palabras mayores. Para mí, el mejor tema del disco, y quizás de
largo. He de admitir que me ha conquistado todo el corte. Entrada con
piano bien estructurado, voz bien afinada y sufrida de Andy que va
“in crescendo” a medida que avanza la pista rompiendo hasta el
desgarro. Marcha casi militar por parte del baterista en cierto punto
del medio tiempo sobrecoge. Coros de fondo que te introducen en una
letra madura y con contenido, para acabar en un clímax que acaba con
la vuelta del piano que da cierre a 5 minutos de auténtica elegancia
compositiva. No tengo más que palabras de elogio a un tema que,
entiendo, se ha de convertir en un clásico de la banda y que ya
ansío disfrutar de él en directo.
De
“Devastado”
existe
propuesta audiovisual en forma de “video liryc” que podéis ver
en sus redes oficiales. Tema “machacón” en el que, para sorpresa
de este que suscribe, vuelve a aparecer la alargada sombra de aquella
comparación que no había dado señales en todo el disco hasta
ahora. Y es una lástima. Pero no podemos evitar pensar que sería un
corte que perfectamente podría haber cantado “el otro” con
similares resultados. ¿Lo mejor? En estas tesituras vocales, con la
indubitada evolución de Andy, estas líneas quizás puedan ser más
un alago que una crítica. No
es que las guitarras de Ube y Jota así como el bajo de Juan no sean
destacables en “Cicatrices”, pero hemos resaltado voz y batería
por derechos propios en el devenir del disco, pero hasta este punto.
En “Mil
mentiras”
son
las cuerdas las que toman el control de la banda y ganan enteros a la
par que protagonismo para que sus riffs sean lo más atrayente de
este corte del disco. Pura tralla.
Y
cuando menos te lo esperas, volvemos a tirar de freno de mano. Con el
inicio de los compases de la guitarra acústica de “En
un adiós”,
que
también tiene regalo audiovisual por parte de la banda, volvemos a
disfrutar en su máximo esplendor de la voz de Andy, que si bien
puede destacar en los agudos y los desgarros en notas altas, he de
admitir que en los medios tiempos/baladas es cuando más disfruto la
versatilidad de su voz, y es que, si tuviera que elegir mi segundo
tema preferido del disco, sería éste sin dudarlo. Y no es el único
que tira de elegancia en este tema. Toda la banda está perfectamente
cohesionada y eso se nota.
“Sin
tu Luz”
es
un track potente, donde la batería vuelve a ganar protagonismo y
resulta de una estructura directa y contundente.
El
disco continúa con “Insania”,
corte trabajado con mucha distorsión, donde se coquetea con alguna
voz gutural discreta y de fondo, que reafirma la oscuridad que ha ido
ensombreciendo en parte al disco a medida que hemos ido avanzado en
la escucha del mismo. No es por insistir en lo mismo, pero en composiciones como esta es donde destaco la emergente personalidad vocal que A. Martínez tiene y que debe ir potenciando en próximos trabajos de una
banda a la que, si sigue la senda abierta en este “Cicatrices”
le auguro muchos éxitos.
La última pieza del disco es “Recuerdos”.
De nuevo volvemos al medio tiempo, quizás con menos atino que en
anteriores descargas del trabajo de los “Headon”,
aunque
hay que admitir que el listón, a estas alturas del disco, está muy
alto. Me ha atraído más la parte instrumental que la vocal.
Como
cierre a esta review he de insistir en que me ha parecido un disco
directo, potente y con “sustancia” y, pese a como he ido
apuntando a lo largo de la reseña, me ha gustado su contenido,
destaco aún más lo ilusionante de este (semi) nuevo proyecto, pues
creo firmemente en que han sabido anclar las bases de una andadura
que, de buen seguro, nos traerá buenos futuros trabajos y más
composiciones que, con convencimiento, pienso que podrán estar por encima de las ya
plasmadas en “Cicatrices”.
Temperatura
del soplete: 800º/1000º
* En el momento de realizar esta crítica el baterista Alfonso Ruiz aún estaba en la banda. Sin embargo, días después Headon anunció su salida y la incorporación de Carly Pajarón.
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