martes, 8 de octubre de 2019

Andy Martínez y Headon se reivindican.


 CRÍTICA L.D.


Material  a  pulir: HEADON
Disco: “Cicatrices” (2.018)
Procedentes de: San Pedro del Pinatar (Murcia)
Estilo: Heavy Metal melódico
Discografía: Heavy Metal (demo) (2.017), Rabia y corazón (2.007) y Cicatrices (2.018)
Formación: Voz: Andy Martinez, Guitarra: Ube Madrid, Guitarra: Jota, Batería Alfonso Ruíz (N. EdeM.: Carly Pajarón le sustituye actualmente), Bajo Juan Salinas.

Sello discográfico: Rock * CD Records
Redes: 
Facebook.com/OficialHeadon
En Twitter @OficialHeadon

Autor de la reseña: Antonio J. Álvarez
    Para empezar esta crítica he de ser franco: No conocía la anterior andadura de Andy Martínez como frontman de la banda Headon”, como paso previo a capitanear junto con Ix Valieri el reformado y renombrado grupo que finalmente se llamó “Zero3siete”, de cuya historia no ahondaremos en la presente, al no considerarlo quien suscribe necesario. 
Sin embargo, he de admitir que el motivo de interesarme por la formación que hoy nos trae aquí, es decir, Haedon”, lo ha sido por mi profundo respeto hacia Andy Martinez, como quizás una de las voces más prolíficas de nuestro heavy patrio, el cual ha sido a veces denostado por comparaciones que intentan hacer desmerecer el gran talento del señor Martínez.


Y así, como quien no quiere la cosa, hemos llegado a “Cicatrices”, que resulta ser el segundo LP de la formación murciana, que ha sido un grato descubrimiento para este humilde redactor, quien se compromete a darle una escuchada a su anterior trabajo lanzado en 2.010: “Rabia y Corazón”.
      No tengo ni idea dónde se ha estado escondiendo Alfonso Ruiz*, pero he de admitir que su dominio de las baquetas me ha sorprendido en el transcurso de todo el trabajo, empezando por este primer tema, denominado “Cicatrices” y que da nombre al disco. Andy no se queda atrás. Hablamos de una declaración de intenciones por parte de la formación en el primer sencillo. Empiezan a quedar atrás las odiosas comparaciones y percibo una voz más madura, rasgada y trabajada en el cantante que intenta, con satisfactorio resultado a mi parecer, alejarse de timbres que puedan recordar a otras épocas donde quizás su voz, con mucho poderío, pecaba en ocasiones de no tener la personalidad requerida.
En cualquier caso, tras el rápido y conciso trallazo que implica el primer single, que vino acompañado de un videoclip simple pero efectivo para (re) presentar a la banda, continúa la andadura de “Cicatrices” con un tema que se me antoja quizás el más heavy metal de la propuesta de los “Headon”, donde vuelve a destacar la batería, con un poderoso doble bombo, y que ha sido bautizado como “Tras el Cristal”
Sin tregua, el disco nos presenta la tercera descarga, “Largo camino”, que si bien ha podido ser el tema que menos me ha encajado en las primeras escuchas por lo genérico de su estructura, lo cierto es que entiendo debe ser de los temas que en concierto han de funcionar como un cañón en base a, precisamente eso, su estructura, con posibilidad de participación del público en su último cuarto.



      “La última lágrima” son palabras mayores. Para mí, el mejor tema del disco, y quizás de largo. He de admitir que me ha conquistado todo el corte. Entrada con piano bien estructurado, voz bien afinada y sufrida de Andy que va “in crescendo” a medida que avanza la pista rompiendo hasta el desgarro. Marcha casi militar por parte del baterista en cierto punto del medio tiempo sobrecoge. Coros de fondo que te introducen en una letra madura y con contenido, para acabar en un clímax que acaba con la vuelta del piano que da cierre a 5 minutos de auténtica elegancia compositiva. No tengo más que palabras de elogio a un tema que, entiendo, se ha de convertir en un clásico de la banda y que ya ansío disfrutar de él en directo.
      De “Devastado” existe propuesta audiovisual en forma de “video liryc” que podéis ver en sus redes oficiales. Tema “machacón” en el que, para sorpresa de este que suscribe, vuelve a aparecer la alargada sombra de aquella comparación que no había dado señales en todo el disco hasta ahora. Y es una lástima. Pero no podemos evitar pensar que sería un corte que perfectamente podría haber cantado “el otro” con similares resultados. ¿Lo mejor? En estas tesituras vocales, con la indubitada evolución de Andy, estas líneas quizás puedan ser más un alago que una crítica. No es que las guitarras de Ube y Jota así como el bajo de Juan no sean destacables en “Cicatrices”, pero hemos resaltado voz y batería por derechos propios en el devenir del disco, pero hasta este punto. 
     En “Mil mentiras” son las cuerdas las que toman el control de la banda y ganan enteros a la par que protagonismo para que sus riffs sean lo más atrayente de este corte del disco. Pura tralla.
    Y cuando menos te lo esperas, volvemos a tirar de freno de mano. Con el inicio de los compases de la guitarra acústica de “En un adiós”, que también tiene regalo audiovisual por parte de la banda, volvemos a disfrutar en su máximo esplendor de la voz de Andy, que si bien puede destacar en los agudos y los desgarros en notas altas, he de admitir que en los medios tiempos/baladas es cuando más disfruto la versatilidad de su voz, y es que, si tuviera que elegir mi segundo tema preferido del disco, sería éste sin dudarlo. Y no es el único que tira de elegancia en este tema. Toda la banda está perfectamente cohesionada y eso se nota.
     “Sin tu Luz” es un track potente, donde la batería vuelve a ganar protagonismo y resulta de una estructura directa y contundente.
   El disco continúa con “Insania”, corte trabajado con mucha distorsión, donde se coquetea con alguna voz gutural discreta y de fondo, que reafirma la oscuridad que ha ido ensombreciendo en parte al disco a medida que hemos ido avanzado en la escucha del mismo. No es por insistir en lo mismo, pero en composiciones como esta es donde destaco la emergente personalidad vocal que A. Martínez tiene y que debe ir potenciando en próximos trabajos de una banda a la que, si sigue la senda abierta en este “Cicatrices” le auguro muchos éxitos.
     La última pieza del disco es “Recuerdos”. De nuevo volvemos al medio tiempo, quizás con menos atino que en anteriores descargas del trabajo de los Headon”, aunque hay que admitir que el listón, a estas alturas del disco, está muy alto. Me ha atraído más la parte instrumental que la vocal.


     Como cierre a esta review he de insistir en que me ha parecido un disco directo, potente y con “sustancia” y, pese a como he ido apuntando a lo largo de la reseña, me ha gustado su contenido, destaco aún más lo ilusionante de este (semi) nuevo proyecto, pues creo firmemente en que han sabido anclar las bases de una andadura que, de buen seguro, nos traerá buenos futuros trabajos y más composiciones que, con convencimiento, pienso que podrán estar por encima de las ya plasmadas en “Cicatrices”.
Temperatura del soplete: 800º/1000º






* En el momento de realizar esta crítica el baterista Alfonso Ruiz aún estaba en la banda. Sin embargo, días después Headon anunció su salida y la incorporación de Carly Pajarón.

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