viernes, 21 de septiembre de 2018

Noche de drakkar y viñas en el cuerno de la montaña.


Celtibeerian + Vikingore + Perpetual Night + Winterhorn. Sala X, Sevilla (08/09/18)
     Interesante cartel el que nos traía Kaamos Tour el pasado 8 de septiembre en Sevilla. La vuelta al cole estaba cerca pero todavía quedaban y quedan atisbos de verano en claves de metal.
Llamó la atención, por la fecha, el horario de apertura de puertas y el comienzo del sarao. Las 18:00 horas en septiembre y en Sevilla no son las más adecuadas para estar en la calle pero el tiempo se comportó y la sala, pese a la hora, registró una buena entrada.

Culpa de ello la tuvo Vikingore, banda sevillana que arrastra a bastante peña. Comenzaron entregadísimos. Se nota que jugaban en casa y querían dar a su público lo mejor de ellos. Y vaya si lo consiguieron. Ofrecieron un set list muy equilibrado tanto en la elección de los temas como en su posición a la hora de ejecutarlos.
     Empezaron con "Ymmir's Disembowelment", canción que sirve perfectamente para arengar a las huestes vikingas que allí se congregaron. Al principio la respuesta fue tímida. "The Draugh" tomó el relevo. Antes del primer minuto Ángel ya pedía jarana y la gente pareció despertar al grito de “vamos, cabrones”


"Dicen que el calor con fuego se combate y eso es lo que Vikingore nos ofreció."

La banda suena engrasada y muestra de ello es la ejecución de joyas del Wolves in the Battlefront que ofrecieron a continuación: "Forgotten by the Gods" ( imprescindible y que la gente conoce de sobra), "The Wrath" y el amonamartiano "Justice's Fall" que, en palabras de Ángel, era el tema que mejor comulgaba con las bandas que les sucedería, por ser más melódico que los anteriores. La sala era un caldero. Moshpits, bailes, brindis, walls of death... se sucedían con temas como "Nastrond" o "Swallowed by the Sea".
"Enraged" es el tema que da nombre al segundo CD de los sevillanos y con el que iniciaron la recta final. Se notaba que al público le llegaba. Dicen que el calor con fuego se combate y eso es lo que "Undead’s Rising" ofreció.


     Un apunte a tener en cuenta y que hemos obviado hasta ahora es que el combo hispalense se presentó con cuatro miembros en vez de cinco. Adrián Muñoz, uno de sus dos guitarristas, ya no sigue con ellos y, al parecer, el grupo va a quedar en cuarteto de momento. A él le dedicaron la muy especial "Feasting Upon the Butchery".
   Para finalizar, el tema"Stomped and Ramped" dejó a los asistentes con ganas de continuar batallando entre vikingos y bebiendo hidromiel. La tarde había comenzado de manera excelente. El drakkar zarpaba después de una trabajada victoria y sin hacer prisioneros.

     Los madrileños Winterhorn fueron la sorpresa de la noche. Practican un death metal melódico con fuertes influencias del thrash más afilado. Una mezcla entre nerviosismo y entusiasmo se apoderaron de las huestes de Kristian y compañía cada vez que se dirigían al público para agradecer la asistencia a la sala. Venían presentando su "Rise of the Frozen Melodies", su primer EP. En directo suena infranqueable, poderoso. Con "Spitting Fire" y "Die Violator" ya habían conseguido meterse a la gente en el bolsillo. Esta segunda rola en particular tiene algo de En la colina penitenciaria, de Kafka, en la que el castigador, a fin de cuentas, pero con fines muy distintos, se convierte en otro ser despreciable.  

     Para mí, el momento álgido de su actuación fue la ejecución del envolvente "Wrath of the Wolves", heredero del sonido de los creadores del Twilight of the Thunder God. El tema critica la caza furtiva de lobos ibéricos contando la historia de una mujer que se convierte en uno de ellos y decide vengarse al ver una masacre de sus congéneres. A partir de aquí, Javi, su bajista, comenzó a mostrarse dicharachero con el público y es que su amor por lo que hace quedó demostrado a lo largo del show.

"Estamos ante una banda con un futuro muy prometedor. Está en su mano pelear duro por ello y en la nuestra apoyarlos como hicimos durante toda su actuación."


    Tras "Rise of the Coven" la banda presentó dos temas nuevo: "Insanity" tiene una línea continuista de lo que habrían ofrecido hasta ahora. Sin embargo, "Dark Oblivion" presentaba tesituras más blackers. El mismo Kristian decía que la banda estaba virando a un estilo black-death que se haría patente en el segundo trabajo. Continuaron con la versión de Sepultura "Slave New World", del celebérrimo, Chaos A.D., tema que a mí, particularmente, me gustó. Directa y aplastante sonó su canción más misógina y podrida: "The Putrefaction of Humankind", enorme el trabajo de Álvaro a la guitarra e Isaac a la batería en su interpretación. Para terminar, el vocalista nos pidió a los presentes que cantásemos el pegadizo estribillo del tema que lleva el nombre del grupo: "Winterhorn". La sala, al unísono lo cantó en alto y pidió otra más, pero no se dio.
     Estamos ante una banda con un futuro muy prometedor. Está en su mano pelear duro por ello y en la nuestra apoyarlos como hicimos durante toda su actuación.

                                                                          Foto: Antonio Gil ©

    Hasta ahora, los horarios se habían cumplido casi escrupulosamente. Sobre las 21:00h., los granadinos de Perpetual Night ya estaban sobre las tablas. Con las primeras notas de Anâtman no éramos ni diez en la sala. La gente seguía fuera reponiendo fuerzas y no se enteró. Fue solo un espejismo. Los músicos, al girarse comprobaron que había bastante gente esperando la presentación de su primer larga duración.
     En Esquirlas de Metal reseñamos el disco (probablemente, estemos ante uno de los lanzamientos del año, aquí puedes leer: Nothing-remains-but-raindrops-reseña-PerpetualN.) y los entrevistamos (enlace: Careo-PerpetualN.). Tenía grandes expectativas y se cumplieron.

     Abrieron con la canción que da nombre al CD con los teclados pregrabados. La ejecución fue casi perfecta. Raúl se desenvolvía con su instrumento de forma magistral. El único pero que se podría poner a lo largo de toda la actuación es volumen de voz de César. Más tarde nos enteramos que sufría de la garganta. Pese a eso, salvó el papel vocal con suficiencia.
   "Between Light and Darkness" sonó en segundo lugar. Es un tema que supone un antes y un después en la banda. Culmina el proceso que se inició con la segunda demo y que desemboca en este su primer redondo. Después de la frenética"Wild" vivimos uno de los mejores momentos del espectáculo : la interpretación the "The Hawling" aunque sin la presencia física de Raquel Eugenio.
Tras "Voices of the Apocalipse" vinieron dos de las canciones más atmosféricas e impactantes del disco: "Nothing Remains", con wall of death incluido, y la más doom de todas, "Raindrops". Lamentablemente, un momento que iba a tornarse mágico no llegó a hacerlo. Hacia la mitad del tema el sonido empeoró sensiblemente. La voz de César empezó a oírse más apagada y los matices que en el álbum desprende se vieron ensombrecidos. Afortunadamente, los problemas se solventaron rápidamente y el show llegó al final con "The Catcher in the Rye" y con una encomiable interpretación del tema más personal de los nueve que llegaron a tocar: "Absense of Reality".

"Algunos y algunas habían descubierto una banda muy profesional, metódica y entregada, con atmósferas extraordinarias y pegadizas melodías."

    Foto: Antonio Gil ©


     Gran sabor de boca el que nos dejaron los granadinos. La gente, que había ido llenando la sala hasta casi su totalidad salió más que satisfecha. Algunos y algunas habían descubierto una banda muy profesional, metódica y entregada, con atmósferas extraordinarias y pegadizas melodías.
    Entonces, llegó la noche. Y había que celebrarla.

Antonio Gil.
 
     Bastante tiempo esperamos para que todos los instrumentos de esta troupe ciudarrealeña estuvieran niquelados, todo en su sitio controlado por su técnico de sonido (David S. era el que más trabajo tenía, obviamente, con sus flautas, viola, gaita...)
     Arrancan suavemente, en un espejismo de lo que es cada show suyo, con la intro del disco que venían a presentar, Deiwos, una especie de trance/ritual ancestral que nos mantiene expectantes.
La canción título del álbum hace tambalear la sala a ritmo de gaita y un Folk festivo marca de la  formación manchega. Magníficos estribillos pegadizos que invitan a más.
Desde los primeros compases del fiestorro la gente se muestra desatada, chorreante en sudor, participativa coreando cada verso de viña... y montando algo que será una constante, los pogos salvajes en el epicentro de la X.


En la imagen, un sonriente Julián, nuestro Joey Deadcat del Folk...

"Desde los primeros compases del fiestorro la gente se muestra desatada, chorreante en sudor, participativa coreando cada verso de viña..." 

    "The Harvest song" sigue esta dinámica y da paso a la presentación de "Praise to the vineyards", una oda/alabanza al arte de recoger la uva, a los/as viñadores/as. Brazos, piernas, cabezas, melenas... todo entrelazado en una juerga total.
    "Fields of Celtibeerian", canto a nuestra tierra, se muestra melosa y emotiva, con la peña igualmente volcada o más, aunque algo más sosegada al ser canción de medio tiempo.
     El quinteto no quiere parar y arremete con un cañón de tema muy folky y vertiginoso que enfurece más aún el ambiente. "Under Lug´s sight", instrumental.
     Tiempo ahora para material antiguo con "AnDro" y vuelta a lo nuevo con una fabulosa y Power "The Wolf I am", muy heavy y potente, hipnótica y salvaje en vivo.
     Cuando al Gus sus barbas veas pelar ... Varon Dandy debes usar...



     "Fear my beard" tuvo su momento cachondo como se puede intuir y otra vuelta de tuerca más abajo en el foso, con una marabunta febril y ávida de más empujones y jolgorio de buen y divertido Folk Rock, ya en el intermezzo, en la mitad del show.
      A todo esto, la peña Celtíbeerica seguía privando de lo lindo, con sus latas cerveciles bien a mano.
   Llegaba un momento más apaciguado, dulce, evocador de vida. Patri reúne algo de serenidad e intenta dirigirse al público de forma algo seria, para presentar "The Reborn" y homenajear a las mujeres, también a las que crean música. Vemos a la violinista desprovista de su inseparable instrumento, sola a las voces que comparten protagonismo con las flaustas de DagdaEncantadora composición, con el único pero de constatar que las facultades se van perdiendo en una tarde larga de cervezas y esfuerzo físico y mental. 



     Pero como Celtibeerian es mucho más diversión que seriedad, pasamos a empuñar las falcatas con "Kladimoi", siendo Gus quien abandone su herramienta sonora dejándola en manos de David, quien demuestra ser todavía más "hombre orquesta del Renacimiento 3.0". La flauta y el violín vuelven a liderar los ritmos y los tumultos humanos, donde podemos identificar a un eufórico vocalista de Vikingore que arrastra a su batería, la gente de Winterhorn también disfrutando... ¡impresionante frenesí!
     Seguimos el sendero de "Deiwos" con otra épica y fiestera creación como es "Win another battle", con violín y viola en escena, un estribillo algo Power y más desfase por los suelos (increíble esto de los pogos). Tras ello, un minuto largo de silencio musical, contratiempo típico al cambiar de instrumento David, murmullos, empaques de rostros y mentes y apurado de bebida para encarar la recta final, con "This simple life", movidita como no podía ser de otra manera, "The Path", una pegadiza, siempre alcohólica y de desparrame cervecil "The booze song" y una última "Looking for beer", muy Motörhead y gamberra, más de lo mismo pero elevado al cubo (de birra, claro).
    Y cuando pensábamos que era el fin del fiestón, llega la sorpresa en forma de perfomance, bailecito que desató las carcajadas de la gente y la merecida ovación.





Pablo Alarcón (texto y fotos)
José Luis Alarcón Pérez (edición digital)

* Desde EdeM queremos dar las gracias a Tatiana de Kaamos Tour por confiar en nosotros y facilitarnos todo. La primera de muchas más colaboraciones, esperamos y deseamos.

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