viernes, 14 de diciembre de 2018

¡Vaya par de tríos! Wild Krash y Ego M.



Wild Krash + Ego Maniacs. Sala Even, Sevilla (08/12/18) 


Tríada: conjunto de tres cosas o seres estrecha o especialmente vinculados entre sí.

     Tres. Tres salas. Tres eventos tuvieron lugar de manera simultánea y uno al ladito del otro la noche del 8 de Diciembre. Me tocó elegir y acerté. Wild Krash junto a Ego Maniacs tocaban en la Sala Even.
    Son las 21:30, hora prevista para la apertura de puertas, la cual se retrasaría hasta las 22:00. Apenas veinte personas se encuentran esperando para entrar. Ha tocado competir con la celebración de los 20 años de Ecologistas en Acción, con músicos como Kiko Veneno o el Pájaro en una de las salas, The Electry Alley junto a Hards Days en la otra sala y un puente de cuatro días. Aún así, todavía es temprano.

  Son ya las diez de la noche, el público empieza a acceder a la sala, algo llama inevitablemente la atención de todos, es un niño, un niño de no más de seis años, con su chaqueta de cuero, aguardando su turno en la cola, mientras saca su entrada del bolsillo. Ya está en funcionamiento la modificación del Decreto por el cual los menores de 16 años pueden acceder a las salas de conciertos acompañados de un tutor legal; lo que supone una gran noticia para todos, pero especialmente para mí que podré llevar a los Rockanroles a mil conciertos, meternos en los pogos, dejarlos con desconocidos que los subirán a los escenarios, beber chupitos de licor de mora y un sinfín de incalculables locuras siempre y cuando los padres nunca lean esto y me dejen a los niños.
    Pero vamos al lío. Un cuarto de hora después daría comienzo el concierto de Ego Maniacs, grupo de tres jovencísimos madrileños que sorprendieron para bien al cada vez más numeroso grupo de personas allí presente, aunque aún algo reticentes por acercarse a las primeras filas. La canción elegida para abrir el espectáculo fue la versión de “It's so easy”, de Guns & Roses, un grupillo algo más conocido. Durante todo el concierto fueron alternando versiones de canciones bastante conocidas con temas propios, finalizando con “Detroit Rock City”, del grupo ese de los tipos que se pintan las caras y llevan plataformas. Aunque el comienzo sonó un poco flojo, tras el primer tema propio aquello sonaba bastante interesante teniendo en cuenta la edad de los tres componentes. Un sonido profesional, maduro, potente, canciones todas en inglés y....yo que no tenía pensado beber, me topé como por arte de magia con una petaca rellena de Jim Bean en mi mochila, no quería, no, pero tampoco podía desperdiciarla. 



Adiós al sumo rigor de la crónica. Hola diversión sin fin. Y siguiendo con lo importante, si algo llamó mi atención de Ego Maniacs fue el bajo, un instrumento al que personalmente no tengo muy en cuenta, pero que en este caso tenía un protagonismo crucial en el conjunto. El pequeño bajista consigue sacarle el máximo partido y hacer que suene con una fuerza brutal. Sin duda alguna un grupo que promete y que si tenéis lugar de verlos, no lo dudéis.
Y...yo que no tenía pensado beber, me topé por sorpresa con un chupito de Thunder Bitch. 

"Algo llama la atención de todos, es un niño de no más de seis años, con su chaqueta de cuero, aguardando la cola, mientras saca su entrada del bolsillo. Los menores de 16 años ya pueden acceder a las salas de conciertos. ¡Gran noticia para nuestro Rock Metal!"

      Cambio de bandas, descanso para tomar el aire y vuelta a la sala, una sala con algo más de público, la dispersión entre el personal hacía que toda la sala quedara cubierta, como si de una plantación de arbolitos a tres bolillos se tratara.
      Sobre las 23:30 da comienzo el show que todo el mundo debería ver al menos una vez, al mes. Wild Krash, el otro trío de la noche, entran a escena y el público se desmelena. Los hijos de la noche no necesitaron mucho para hacer que la sala se viniera arriba desde el primer tema; con ellos no caben las medias tintas, son pura pasión, energía, se lo pasan bien sobre el escenario y consiguen transmitirlo a los de abajo. Y... yo que no tenía pensado beber, me topé por sorpresa con un chupito de Jack Daniels; hubiera estado muy bien como guiño al videoclip del temazo “Hard Liquor” de no ser porque me lo bebí con mucha alegría pensando que era Thunder Bitch. Soy una tipa dura, pero no tanto. 


La fiesta sigue con canciones cada vez más conocidas y cantadas por un público totalmente entregado. También se forman varios pogos a lo largo del concierto. En esta ocasión, dado que no quería lesionarme por aquello de tener que trabajar al día siguiente, organizamos un pogo en petit comité a un lado de la sala, y ni aún así me libré de recibir una brutal patada en la espinilla que ha contribuido a que aún no haya olvidado aquella noche de puro rock and roll.
Y yo... que no tenía pensado beber, me topé por sopresa con ¡otro chupito de Thunder Bitch!. Mi cabeza decía “no” pero mi corazón decía “sí”.



"Con ellos no caben las medias tintas, son pura pasión, energía, se lo pasan bien sobre el escenario y consiguen transmitirlo a los de abajo."

    De repente... un breve silencio se adueña de la sala para ser roto por el ensordecedor ruido de una sirena. Ya sabemos lo que anuncia, "Under Fire", un tema que está destinado a ser todo un himno, gritado en conciertos, festivales, manifestaciones, es toda una declaración de intenciones. Lo damos todo, cantamos, saltamos, gritamos, nadie quiere que esto acabe, pero el final llega con una colérica “Road for Hell”, en la que... en la que... ya mi estado no está para recordar mucho más, pero que fue una pasada, de eso no hay duda alguna.
     Si para la próxima ocasión tenéis que elegir, elegid por los Wild Krash, es apuesta segura, no os arrepentiréis.


     Y así, estimado lector, es como viví los conciertos de Ego Maniacs y Wild Krash.

Nota: esta página no fomenta en ningún momento el consumo de alcohol, ni está patrocinada por ninguna marca. Aunque estamos, estoy, abierta a negociaciones.

Mia Wallace.


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