Saratoga. Sala Sagitario,Valdemoro, Madrid (02/03/19)
Asistir
a un concierto de Saratoga es siempre garantía de tres aspectos
fundamentales eeste tipo de eventos: sabes que los cuatro músicos
que llenan el escenario van a darlo absolutamente todo, sabes que el
sonido va a ser de gran calidad y sabes, vaya si lo sabes, que vas a
disfrutar de una noche espectacular. Así fue una vez más, y van
once en mi caso.
No
me extenderé demasiado en esta crónica porque llega un mes tarde,
pero al menos habrá que dejar constancia del buen estado de forma en
el que se encuentra la mítica banda madrileña. Me sorprendió que
tocaran en la localidad de Valdemoro, pero a la postre acabó
resultando un acierto: la sala Sagitario estaba a rebosar, y su
tamaño más reducido que muchas de la capital madrileña hizo que la
conexión con el público fuera aún más cercana, más real.
Arrancaron
con "A
Morir",
una apisonadora sobre la que nadie queda indiferente, y es que con un
comienzo de este calibre puedes ir previendo lo que te esperará en
las dos horas siguientes: fuerza y pundonor a raudales. Con "Una
vez fuimos héroes"
empezaron a desgranar su último disco de estudio, ése que tan buena
acogida ha tenido y donde hemos vuelto a comprobar (como si esto
fuera necesario decirlo) que la madurez compositiva de la banda se
encuentra en un estado óptimo. Más allá de sus evidentes
facultades vocales, Tete Novoa sabe meterse al respetable en el
bolsillo desde el primer minuto con gestos, con complicidad, con
sonrisas, y eso es algo que siempre hay que agradecer.
"No
sufriré jamás por ti"
sirvió de antesala a otra apuesta segura llamada "Maldito
Corazón",
uno de esos temas emblemáticos que se corean hasta que nuestras
gargantas se quedan sin fuerzas: Niko y Jero se complementan a las
mil maravillas, y Dani desde la retaguardia ejerce de un inmejorable
parapeto para llevar al grupo en volandas; menuda compenetración
entre los cuatro. "El
vuelo del halcón",
siempre resultona, y "Vientos
de Guerra",
en un rapidísimo y contundente guiño a ese magnífico disco negro
al que da nombre, precedieron a un nuevo corte de "Aeternus", "Siempre
hacia el sol":
puro sonido Saratoga.
"Cuando se unen cuatro músicos con esa calidad, con esa
entrega y con esa actitud sólo puede resultar algo
excelso. En una palabra: profesionalidad."
"Perro
traidor" marcó el primer punto de inflexión de la noche, clásico
donde los haya y que tan buen resultado da en directo; en una
entrevista reciente que publicamos en Esquirlas de Metal dijeron que
era una de esas canciones que nunca podrían quitar del repertorio, y
ojalá no lo hagan nunca. De ésas que jamás te cansarás de
escuchar. Se tomaron unos minutos de descanso para dar la oportunidad
a Dani de lucirse (una vez más) con un buen solo de batería,
acompañado por Tete por momentos, que precedió a "Tres
ahorcados",
otro tema nuevo: personalmente, sí me resultó un poco flojo en
comparación con el resto de la noche.
Y
entonces llegó el esperado momento de las baladas, ésas que antes
se alumbraban con mecheros pero que hoy lo hacen con móviles,
aunando la magia de "Si
Amaneciera"
(obligatoria) y "Acuérdate
de mí"
(también de Aeternus)
en una combinación ideal. Muy emotivas ambas dos. "Las
puertas del cielo"
es otra de esas canciones que, por muchos años que pasen, siguen tan
vigentes como el primer día, con un Tete dando lo mejor de sí en
cada entonación y en esos agudos tan potentes que exige. La bordó.
Llegó
el turno del solo a Niko, ese bajo poderoso que le ha convertido en
uno de los mejores músicos del país durante tantos y tantos años;
mimo y contundencia a partes iguales para abrir "Si
tu no estás",
ese nuevo tema que habla del amor a la música y que sonó atronador.
Muy buen corte, sí señor, de ésos que te llegan desde la primera
escucha. Aún
quedaba tiempo para el triunvirato final, trío de ases que estos
magos musicales se guardan siempre bajo la manga para la apoteosis: "Resurrección",
brutal como siempre y en la que Niko y Tete aprovecharon para alargar
la melodía en colaboración con el público y subidos sobre la barra
de la sala, "El
olvidado de dios",
muy coreado, ese primer single del último disco que resonó como una
bomba en nuestros oídos, y "Como
el viento",
tan rápida como melódica, broche de oro a una actuación de diez.
Imponente descarga de los madrileños y un público más que
satisfecho con lo visto en Valdemoro.
Seguirán
pasando los años y Saratoga continuará estando en lo más alto del
panorama musical español, porque cuando se unen cuatro músicos con
esa calidad, con esa entrega y con esa actitud sólo puede resultar
algo excelso. En una palabra: profesionalidad.
Texto y fotos: Miguel Martínez
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