jueves, 12 de septiembre de 2019

Vuelta a clase o del espíritu y la tormenta.


Northland + Evadne + Nocturna. 
Sala X, Sevilla (07/09/19) 

     El pasado 8 de septiembre Sevilla y la Sala X inauguraron una nueva temporada de conciertos que promete ser fascinante. De la mano de Kaamos Tour asistimos a la puesta en escena de Nocturna, Evadne y Northland.
       El retraso de la apertura de puertas y un chaparrón acompañado de granizo hizo que nos perdiéramos el comienzo de la primera banda de la noche: Nocturna. Los hispalenses posiblemente fueron quienes más público congregaron en la sala. Ademas de los fieles seguidores del género, familiares y amigos arroparon a esta joven formación en todo momento, pancarta de apoyo incluida. Da gusto ver que los más pequeños pueden disfrutar de esta cultura.


    El estilo de los sevillanos es power metal con una gran carga sinfónica. Destaca la presencia de dos voces femeninas, pero con registros muy similares y el teclado de Paco como seña de identidad. Que llevan pocos conciertos encima lo demostraron sus nervios. Normal. Pero con ilusión, entrega y el calor de su gente salieron adelante. Tienen colgada una maqueta en las plataformas de Youtube y Spotify y la desgranaron por completo. Llegamos con los primeros acordes de “Nycromancer” y ya pudimos constatar que el público estaba con ellos. Momentos a destacar fueron las interpretaciones de “Your Last Song”, que posee un gran estribillo y mi favorita, Rage of Hound” en la que Lore y Paco se lucen notablemente. Ese riff inicial y los teclados posteriores me han recordado por un momento a una banda también joven a la que tuve el placer de entrevistar, Symphony of Horror(aquí puedes leer),  pese a practicar estilos muy diferentes.



     La instrumental “Catoira” dio paso a un nuevo tema: “Salem”, muy bien recibido por la audiencia. El final llegó con “Pirate Tales”, canción con aires de taberna en la que el público estuvo muy participativo en los coros.
     Estamos, sin duda, ante una prometedora banda de power melódico y sinfónico que, a medida que se vaya curtiendo en las tablas, dará que hablar. De momento toca esperar su primer larga duración. A finales de año tendremos noticias.

   Si con Nocturna la sala estaba casi llena, con Evadne apenas éramos cincuenta personas. Y no lo entiendo. Porque lo que nos ofrecieron los valencianos fue un espectáculo catártico en toda regla. Cierto es que el doom no es un estilo de mayorías pero a veces hay que guardar las etiquetas al fondo del cajón para que se arruguen y amarilleen y quedarnos solo con la música.

    Venían presentando A Mother Call Death, trabajo que ha recibido muy buenas críticas, en el que, a excepción de One Last Dress for One Last Journey”, del The Shortest Way, basaron casi todo su repertorio .
Si hay algo que me gusta de este grupo son sus pasajes atmosféricos, cercanos al death metal melódico, y algunos guiños al black metal sinfónico, elementos que conjugan de maravilla.
En directo la banda suena más dura y agresiva. La base rítmica es compacta y atronadora y ofrece tanto latidos acelerados como acompasados, las guitarras pinceles sutiles y rabiosos. Albert, frontman del grupo, demostró estar en un estado de forma excelente. Su garganta es magia. Con pasmosa habilidad pasaba de voraces growls a susurros que se difuminaban con el humo. Estoy seguro de que la tormenta previa al espectáculo nos predispuso a dejarnos arrastrar por las sensaciones más oscuras y profundas del espíritu humano.
     Quizá se echó de menos un teclado en directo. Evadne es una banda de muchos matices y estos serían mucho más apreciables en temazos como “Abode of Distress” o “Morningstar song” si contaran con la presencia en vivo de uno de ellos.



El público, por lo general, se mantuvo pasivo (salvo dos o tres excepciones), absorto y respondiendo impecablemente con sus aplausos cada vez que terminaban un tema. Es verdad que se dirigen poco a la audiencia, hay poca interactuación pero esto es doom/death metal. Solo al final, con “Colossal” se salieron del kayfabe y nos animaron a rompernos el cuello a base de buen headbanging. Posiblemente, la mejor actuación de la noche.
      Banda muy recomendable y valorados en Europa. Si te gustan bandas como Anathema, My Dying Bride, Paradise Lost o Swallow The Sun no dejes de seguirlos.



      Y de un estado de ánimo sosegado, de melancolía contenida pasamos, cena mediante, a la fiesta folk/death de los catalanes Northland. Es que no se puede brindar con el estómago vacío.
Con Pau y los suyos la sala volvió a presentar una mejor entrada . Quizá no tanto como con Nocturna pero bastante más que con Evadne. De hecho, muchos fueron exclusivamente a verlos a ellos.


     Es la tercera vez que vienen a Sevilla, si no me equivoco, y ya tienen un buen grupo de incondicionales. Con la homónima Northland” y la imprescindible “Immortal Forest Song” comenzó el ritual. Entonces un despliegue de felicidad inabarcable que calaba en el público como aquella lluvia del principio empezaría a transformarse en los primeros pogos de la noche. Si hay una canción que no puede faltar es The Old Town´s Inn” tema dedicado al zumo de cebada y con el que invitó al público a brindar: Sant Hilari, Sant Hilari, fil de puta qui no s'ho acabi”. Sobran traducciones, ¿verdad?

     Me gustaría señalar el papel de Javi (violín) sobre el escenario. Junto a Pau era el encargado de animar a los presentes, un magnífico anfitrión que supo agasajar de forma sobresaliente a sus invitados. Uri, flautista, los está acompañando en esta gira. Muy buen papel el suyo sobre las tablas.
Poco tiempo con ellos lleva su bajista Cristian, plenamente integrado, quien también aporta lo suyo apoyando a la voz principal.
Tambíen había momentos para ponerse serio y Pau hizo un alegato en contra de los incendios que están engullendo el Amazonas. “When Nature Awakes” plantea la posiblidad del despertar de la Madre Naturaleza y de su venganza.
    Con “Where the Heroes Die” volvieron los pogos. Pudo verse disfrutar y repartir estopa entre ellos a Ángel, vocalista de Vikingore. En otro momento se produjo la caída al suelo de una chica, rápidamente atendida por el gentío. Esperamos que no fuera nada.


     El final estaba cerca y la escogida para ello fue, tras “Whispers in the Wind”, una acertadísima “Revenge” Solo quedaba tiempo para la foto final y en ella estoy seguro de que en la cara de los presentes rebosaba felicidad como lo hace la espuma en una jarra fresca de cerveza, como debe ser. Por Sant Hilari.


Texto: A. GIL
Fotografía: Pablo Alarcón A.
Edición digital: José L. Alarcón P.

Más fotografías del MetalSarao en este enlace, nuestro "Encofrado EdeM", donde colgamos todos los álbumes fotográficos de los conciertos que cubirmos:

No hay comentarios:

Publicar un comentario