martes, 22 de octubre de 2019

Seremos Belial joda a quien joda.



CRÍTICA L.D.
Material a pulir: LUJURIA.
Disco: "Somos Belial" (2019)
Procedentes de: Segovia
Estilo: Heavy Erotic Metal
Discografía: Cuentos para mayores (1995), República Popular del Coito (1997), Sin parar de pecar (1999), Enemigos de la castidad (2001), El poder del deseo (2003), …Y la yesca arderá (2006), Licantrofilia (2008), Llama eterna (2010), Sexurrección (2012), Esta noche manda mi polla (EP – 2015), Lenguaje de mi piel (Single, homenaje a Elkin Ramírez, 2017) Somos Belial (2019)
Formación: Voz: Óscar Sancho; Guitarra: Nacho de Carlos; Guitarra: Jesús Sanz “Chepas”; Bajo: Santi Hernández; Teclados: Ricardo Mínguez; Batería: Maikel “El Tanque”
Sello Discográfico: Maldito Records
Redes:
Twitter: @LujuriaOficial
Autor de la reseña: Heavyer

Ya están aquí. Volvieron los segovianos Lujuria con un nuevo trabajo, tras una larga espera desde su último trabajo en 2012 (“Sexurrección”, sin contar el EP que editaron el 2015 y que en un principio se pensaba que era la antesala de un nuevo trabajo, “Esta noche manda mi polla”) y lo hacen con un disco muy completo, muy trabajado y con unas letras siempre ingeniosas.
Tras muchos años de ‘abstinencia’, por fin llegó la hora de darnos un gran homenaje, una orgía musical, orgasmos sónicos a golpes de batería de Maikel, gemidos de goce exhalados por el bajo de Santi y las guitarras de Nacho de Carlos y el ‘Chepas’, caricias al teclado (¿caricias?) de Ricardo Mínguez que ponen de punta a las mismas teclas, y cómo no, los chillidos desgarradores de placer a manos del frontman, de Óscar, un enviado del mismo Belial que durante 29 años nos ha ido dejando pistas pero que en este nuevo redondo ya no deja lugar a las medias tintas y nos cuenta toda la verdad, que a Belial lo pintaron como el malo de la película, pero que ya es hora de despertar de la gran mentira y descubrir que Belial sólo buscaba que fuésemos libres, sin culpas, sin cadenas, sin miedos a causa de qué pensarán ‘esos seres superiores’ de los que siempre nos hablaron. Todo ello viene muy bien explicado por el mismísimo Belial en el libreto que acompaña al disco, donde nos cuenta los planes que tenía para nosotros y cómo nos dejamos engañar, pero que aún estamos a tiempo de despertar. Sin duda, una recomendable lectura.

Yendo a la portada, nos encontramos un ser alado y con cuernos que viene a representar a Belial despertando su ira, en una metáfora de lo que es el disco, un llamamiento al despabilar ante tanto engaño y tanta cadena invisible. Personalmente, no era una portada que en un principio me llamase excesivamente la atención, quizás incluso simplona, pero en vista de la temática del disco, me parece más que acertada y perfecta.
Y centrándonos en el disco, son once temas que comienzan con una instrumental, “Nikkal”, que es como un adelanto a lo que está por venir, a la salida de la bestia furibunda. Está dedicada a la diosa del mismo nombre, diosa de los huertos y es una ‘versión’ (o eso entiende quien suscribe estas palabras) de la canción más antigua del mundo, descubierta en una tablilla de arcilla hace unos 3400 años (casi ná…). Esta instrumental ya anticipa lo que va a ser el disco, mucho protagonismo de las cuerdas y un sonido tirando a “manowariano”, pero manteniendo la esencia de los creadores del “Erotic Heavy Metal”.
Y tras ella, da paso al tema que lleva el mismo nombre que el disco, “Somos Belial”, que ya te engancha desde el principio pues los primeros acordes suenan similar a ese gran “Escuadrón 69” e inevitablemente agudizas la oreja, y verdaderamente no tienen que ver, bueno, sí, en que son dos temazos. La letra entra a saco: Somos Belial, el que no tiene dueño. Si lo que buscas son perritos falderos, con nosotros no cuentes. Un gran tema para entrar en dinámica.
A continuación, un tema que nunca falta en un disco de Lujuria que se precie, la religión. Dan cuenta de ello con “Messe Noire”, donde nos cuentan que hay misas en las que no se reza y que el voto de castidad no todos lo cumplen. Una entrada a lo “Torquemada” da paso a un sonido tenebroso que concuerda con lo que a los Lujuria les entraña lo relacionado con la religión. Condesa y Marqués se montan sus misas negras entre sonidos de acero con permiso de Belial.
Siempre Metal, Invicto Metal” es un himno, de esos temas que con el paso del tiempo se harán imprescindibles a la hora de cerrar conciertos, con un estribillo arrollador y pegadizo que una vez que te entra ya se queda grabado y se repite como martillo pilón: “¡METAL, METAL, METAL! Metal hasta el fin...”, además, con la curiosidad de que el nombre de la canción se lee con la primera letra de cada verso. Y con un mensaje: El Heavy Metal es irreductible.
Bajan un poco el pistón con “El ángel de la Lujuria y un diablo loco de amor”, el tema que menos me cuadra en este trabajo. Musicalmente, un ángel ‘pecador’ y un diablo ‘romántico’, lo peor de cada casa, condenados a encontrarse… En la Tierra. A buen sitio fueron… Como los pillen la Condesa y el Marqués… igual se montan una orgía…

Y llegamos al tema que más me gusta, “El amor está en el aire”. Típica canción que surge de una historia surrealista, pero veraz. Una fábrica de Viagra en un pueblo de Irlanda que tiene “contentos” a humanos y animales. Una temática divertida combinada con la velocidad que le imprimen conforman el que es a mi parecer el mejor tema del disco. Con decir que mi pequeñaja de dos años ya se la sabe, creo que queda todo dicho. Hasta Sopletillo sonrió, EH, EH (que Lujuria me perdone por cambiarle la letra, pero la adapté para mi hija, además, me mola más nuestro “Blowtorch” que San Patricio, jejeje)
Como puta por rastrojo”, ese tema reivindicativo, en la línea de lo que nos acostumbra Lujuria, en esta ocasión sobre las sombras que en muchas ocasiones acompañan a quienes quieren hacerse un hueco en el panorama musical, ese ‘venderse’ por cuatro monedas al que te intentan someter si quieres hacerte un nombre, Belial saca nuevamente la cabeza para recordar que nunca hay que perder la dignidad. Y no solo en la música…
En la entrevista que hicimos hace unos meses a Óscar (puedes recordarla aquí) nos comentaba que muchas de sus letras surgen de historias que les cuenta la gente o de noticias curiosas. Al igual que con “El amor está en el aire”, vuelve a ponerse de manifiesto con “Tapar agujeros”, que recuerda el caso de aquel año que tocó el Gordo a quienes compraron el décimo en un club de alterne de un pueblo de Toledo, Quintanar de la Orden. Dicen que realmente no fue así, pero qué más da. Lo importante es que ha dado para que Lujuria vuelva a sacarse de la chistera un tema divertido y cañero. El número en cuestión, como curiosidad, fue el 62246, lo cual resta veracidad a que se hubiese vendido en un club de alterne. Un ‘putis’ que se precie debiera ofrecer a sus clientes un número tal que 69696 o 96969…
Chanzas aparte (o no…), se nos viene encima la balada de amor más sincera del mundo “Cuando estás conmigo (la única balada sincera del mundo)”, esa que eleva sentimientos (y grúas y periscopios) a límites insospechados. Necesito escuchar este tema en directo en un concierto. Me cuesta imaginar a Óscar cantando esta canción sin descojonarse. Por otro lado, el nombre le viene “a pelo”…
Y bueno, por si acaso aún no has abierto los ojos, Lujuria vuelve a insistir con otro tema, que fue el primer adelanto de este disco, “Migas de paz”, donde te vuelve a recordar que a Belial siempre lo tildaron el ‘malo de la película’, pero que no fue en su nombre ninguna guerra, ni mandó a nadie a la hoguera ni a los leones, que en todos los libros sagrados fue dejando pistas de que nos quería libre, pero nos dejamos engañar. Si después de este trallazo no abres los ojos, poco más puede hacer Lujuria.

Cierra el disco una versión del tema de Ángeles del Infierno, “El principio del fin”. Es habitual en Lujuria incluir en sus trabajos un ‘cover’ a modo de homenaje a alguna banda y la elección no podía ser más acertada: Ángeles, infierno, “Pacto con el diablo” (nombre del disco que incluía el tema versionado), el principio del fin, el fin de una mentira perpetuada, el despertar de las mentes dormidas, la entronización del hasta ahora marginado y repudiado, aquel que esperó en su destierro el momento propicio, y ahora, ahora es el momento elegido para destrozar los esquemas de una sociedad agonizante e intentar recuperar y reconstruir una sociedad libre de estigmas, sin cadenas, sin miedo a amar sea cual sea el color, raza o equipo de fútbol (esto último cada vez toma más relevancia, desafortunadamente) y, sobre todo, sin miedo a ‘jueces imaginarios’. Y es que tod@s, habrá quien tarde más en verlo y habrá quien tarde menos, pero la realidad es que tod@s somos rebeldes, libres, sin dueñ@s, en definitiva, tod@s...
¡¡SOMOS BELIAL!!
LISTA DE CANCIONES:
1-. Nikkal.
2-. Somos Belial.
3-. Messi noire.
4-. Siempre metal, invicto metal.
5-. El ángel de la Lujuria y un diablo loco de amor.
6-. El amor está en el aire.
7-. Como puta por rastrojo.
8-. Tapar agujeros.
9-. Cuando estás conmigo (La única balada sincera del mundo).
10-. Migas de paz.
11-. El principio del fin.

* Agradecer a Maldito Records que nos enviaran la copia promcional del disco y a Javier Fajardo "Heavyer" su aporte reseñando "Somos Belial".



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