Los Barones. Sala But, Madrid (19/10/19)
Teníamos muchas ganas y no menos expectativas de saborear
la presentación en vivo de Los Barones en una sala madrileña, por todo lo que
algo así conlleva: melodías míticas donde las haya, una plaza no siempre fácil para
lucirse y un nuevo proyecto que, visto lo visto, ha venido para quedarse.
Veníamos de disfrutarlos recientemente en el Leyendas del Rock y, para mí, ya
lo dije en su momento en la crónica (aquí puedes leer), fueron uno de los claros vencedores de la
edición 2019. No es moco de pavo.
Fotografía: @clphoto90
Tocaba corroborar las sensaciones ante un público exigente,
y lo hicieron. Vaya si lo hicieron. La Sala But registró una buenísima entrada
este pasado 19 de octubre, con mucho público fiel a la trayectoria de Barón
Rojo y con ganas de comprobar, sobre todo, el estado de forma de Sherpa y el
gran Hermes Calabria. Personalmente, creo que el concierto tuvo el equilibrio adecuado
entre temas nuevos, clásicos de siempre, de esos que todo asistente espera, y unas
cuantas sorpresas que a más de uno sorprendieron gratamente. Pude disfrutarlo con
el gran Íñigo, un amigo experto en grupos ochenteros que vino expresamente
desde Logroño para la descarga.
Pero, antes de entrar completamente en harina, permitidme
comentar que Sherpa es uno de los músicos más profesionales que he tenido la suerte
de disfrutar en directo; siempre que le he visto deja para la posteridad alguna
perla que demuestra su sencillez, su humildad y su grandeza como artista. ¿Qué
hizo en esta ocasión? En el intervalo entre dos canciones, el público empezó a gritar
‘Sherpa, Sherpa’ como agradecimiento a la descarga y él, sin dudarlo un
segundo, dijo ‘Sherpa, no. ¡Barones, Barones!’, señalando al resto de la banda
y dejando claro que la grandeza de un grupo radica en la unión entre los
miembros. Para mí, un detallazo. Chapó, Sherpa, chapó.
Fotografía: Miguel Martínez.
Abrían la noche Las Madres, un grupo al que no
pudimos ver por cuestiones logísticas pero que, a tenor de lo que hemos podido
leer en otras webs especializadas, calentaron bien al público para la llegada
del plato fuerte de la noche. Los Barones salieron a escena puntuales, a las 21.30h,
previa emisión en la pantalla de fondo de imágenes sobre la Primera Guerra
Mundial, para abrir la velada con la mítica "El Malo", un tema con estribillo
coreado al unísono por el público expectante; siempre me ha gustado mucho el
cambio de ritmo hacia sonidos veloces que incluyen al final de la canción, auténtica
marca de la casa. "Barón Rojo" puso una pizca más de nostalgia para
contraponer la novísima"Vive Hoy", del disco que lanzó este año la banda,
y que aboga por romper con el pasado para mirar al futuro con pasión y energías
renovadas. Muy buena acogida a pesar de ser su single más reciente.
El saxofón de Pablo Castaño le otorgó un toque
especial a "Son como hormigas", una de esas letras que no pierden
actualidad por mucho tiempo que pase, y dio pie a la llegada de "Breakthoven",
ese antihéroe incomprendido con el que todos nos hemos sentido identificados
alguna vez; para mí, uno de los mejores cortes de la banda. Veíamos a Sherpa,
Sergio (guitarra), Marcelo (guitarra) y Hermes muy compenetrados, sabedores de
lo especial que estaba resultando la noche. Para "Tierra de nadie"
contaron con una nueva colaboración, en esta ocasión de Alexis Hernández al
teclado, que participó un par de veces más a lo largo del concierto.
Fotografía: @clphoto90
Y fue aquí cuando decidieron deleitar al personal con
algunos temas quizá menos conocidos, pero no por ello de menor calidad; esa
dosis de sorpresa es algo que siempre espero cuando asisto a un concierto. Así,
fueron desgranando una tras otra "Por vez primera" (según dijo Sherpa, “el
único tema de amor que hemos escrito”), "Mil años luz", "Paraíso terrenal"
(un tema “que podríamos decir que casi casi es nuevo, por las pocas veces que
lo hemos tocado en directo”, dijo Sherpa, en el que tuvo unas ácidas palabras para Trump y
su particular y peligrosa visión del mundo) y "Se escapa el tiempo". Me
resultó tan curioso como gratificante que en este tramo del concierto hubo varias
personas que preguntaron a Íñigo (yo incluido, había alguna que no conocía) cuál
era esta o aquella canción y él iba ofreciendo la respuesta adecuada, hasta el
punto de que un chico llegó a decirle que era “una biblia baroniana”. No era para
menos…
"Con botas sucias"
volvió a llevarnos por el terreno de los grandes clásicos de la banda con ese estribillo
que siempre se canta a voz en grito, al igual que la animada "Campo de concentración",
otra gran sorpresa que me llevé esa noche. Un largo solo de Sergio precedió "Siempre
estás allí", personalmente la canción que más me gusta de la banda, y que
disfruté a lo grande de principio a fin: qué melodía, qué letraza, qué emotividad
al entonarla. Un merecidísimo 10 y una de las mayores ovaciones de la noche al
recordar que “si no estuvierais siempre allí, todo esto no sería posible”.
Más sentimiento a flor de piel con las emotivas "Cuerdas
de acero" y "Concierto para ellos", himnos de Barón Rojo que no te cansas
de escuchar por más tiempo que pase. Clásicos por derecho propio. En "Larga
vida al rock al roll" fueron alternando voces entre Sherpa, Sergio y Marcelo,
algo que, la verdad, no terminó de gustarme; es un tema demasiado importante
como para hacer algo así… aunque fue recibido con un fuerte coro de “Oe, oe,
oe, oe” por parte del respetable, por lo que queda comprobado que hubo muchos
más que pensaban diferente.
Y llegó el momento de los bises: la inmejorable "Hijos
de Caín", la esperada "Resistiré" y la gamberra "Los rockeros van al
infierno", toda una declaración de intenciones que sigue vigente (y seguirá)
desde hace casi cuarenta años. Un fin de fiesta por todo lo alto que sirvió
para demostrar que estos grandes músicos continúan vivos, muy vivos, y que su
compromiso y buen hacer sobre el escenario sigue intacto. Una presentación en
Madrid por todo lo alto, con un sonido increíble en todo momento y con cuatro
músicos que dan todo lo que tienen para agradecer a sus seguidores la fidelidad
y el reconocimiento que siempre les hemos demostrado. No han podido elegir
mejor el nombre para la gira ¡No habrá final! Porque cuerda tienen, y
para rato. Este sábado 26 estarán otros compañeros de Esquirlas de Metal disfrutando de Los Barones en Sevilla en lo que promete ser una nueva noche de inmejorable música rock. ¡Os lo contaremos!
Fotografía: @clphoto90
PD: Más allá del concierto, quiero hacer una mención
especial a la peña del Rock Boulevard de Leganés, que nos alegraron de lo
lindo la velada post-concierto con unas conversaciones de primer nivel sobre
rock español. Porque hasta con un whisky en la mano se pueden aprender cosas si
tienes la suerte de rodearte de buena gente.
Miguel Martínez.
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