jueves, 28 de noviembre de 2019

Magna Opus en Sevilla.


Opera Magna + Ánima Barroca. Sala Fanatic, Sevilla (23/11/19) 

       Familiar. Así fue la sensación que percibimos los que tuvimos el gusto de asistir a estas dos sobresalientes descargas que nos brindaron los sevillanos Ánima Barroca y los valencianos Opera Magna, la grata percepción de que todos jugábamos en casa, incluidos los que venían de fuera y que, entre todos los asistentes, estuvieran abajo o encima del escenario, se había creado un clima de complicidad que, una vez terminados los conciertos, se confirmaría con conversaciones, anécdotas, risas, fotos etc..
Y lo cierto es que partíamos de un encuadre envidiable. Una buena parte del equipo de Esquirlas de Metal, con destacadas ausencias, eso sí, pudimos disfrutar desde el medio día de una quedada que quedará para el recuerdo, pues sirvió para que nuestra particular familia, que engloba este ilusionante proyecto, compartiera igualmente anécdotas, risas y fotos, así como apuntalar nuevos proyectos de los que en breve os haremos partícipes, por lo que, desde aquí os invitamos a seguirnos en todas nuestras redes sociales. ¡Equipazo!
Pero estaba aclaro que el plato fuerte del día era aquello que no sólo aúna a este grupo de Esquirlas de Metal, sino a todos los asistentes a la Sala Fanatic, y es, ni más ni menos, disfrutar de la música, el nexo de unión de todos nosotros, ¡y vaya si disfrutamos!


       Ánima Barroca

      La primera banda que saltaba al escenario eran los locales Ánima Barroca, a quienes no tuve la oportunidad de verlos en el concierto presentación de su último trabajo “I.N.R.I”, del que sí tuve la suerte de realizar reseña, la cual tenéis en el blog (aquí), y a los cuales les tenía muchísimas ganas.
Con una asistencia discreta en los primeros compases de los instrumentos, inmediatamente pude percatarme de que estos chicos suenan muy, pero que muy bien en directo. Y desde este mismo momento apunto que no fue sólo cuestión de la primera descarga (normalmente la más difícil de ecualizar y coordinar), sino que el sonido de la banda fue exquisito durante la duración de toda su puesta en escena.
      Como no pudiera ser de otra forma, la banda decidió empezar su recital con el single de este nuevo trabajo denominado “I.N.R.I.”, “Estrella de Guía”, que resulta ser una de mis preferidas del plástico que, os puedo garantizar, sonó arrolladora. La única pega que puedo poner, es que al lanzamiento de esta primera descarga, el público no estaba aún metido en el concierto, cuestión que deslució la energía con la que los cuatro integrantes salieron al escenario. Pero eso iba a cambiar…
     Profesionalidad. Creo que a medida que avanzaban en su directo, cuando me iba deteniendo a analizar a los diferentes integrantes de la banda en sus correspondientes intervenciones, me vino esa palabra a la cabeza. Con “Muerto en vida”, su segundo tema a tocar, fue Pepe Sánchez-Palencia, el baterista, el que captó mi atención en los primeros compases de un tema que empezó a despertar, como no pudiera ser de otra forma, a un público que constataba el buen hacer de la banda.
El recorrido por el recién nacido “I.N.R.I. continuó sin demora. En “Cuarenta Días”, y como ya destaqué al momento de realizar su reseña, era el momento de que toda mi atención fuera captada hacia las cuerdas de don Antonio José Alvarez, que con una actitud imponente, realizó un solo sorprendente, que no sería el único a lo largo del restos de composiciones, ni por asomo.


      Con “Al borde del Infinito”, y tal y como me pude percatar echando discretas miradas atrás, pude comprobar que la banda iba, paulatinamente, atrapando al respetable. Sin aspavientos, pero con discretos “headbangings” y con caras de satisfacción y aprobación, disfrutamos de una de los temas más punteros de la banda, a criterio de un servidor, que en directo suena, me atrevería decir, hasta mejor que en estudio. Aquí me detendré en Jesús Martínez, vocalista de la banda: y es que el sentimiento que transmitió en este tema en concreto y en general en todo el bolo es algo que me sorprendió muy gratamente. La potencia vocal de este chaval es muy destacable a distancias cortas, eso es un hecho que me quedó claro al terminar el concierto de Ánima Barroca, y me encantó poder hacérselo saber cuando tuve la ocasión de hablar con él.
    Entrega. Era evidente que los sevillanos tenían que aprovechar el tempo y no se entretuvieron en charlar entre canción y canción más de lo estrictamente necesario. Llegaba el turno de “Bajo la cruz”. Como decíamos anteriormente, la banda ya se había ganado al público y comenzaban a producirse sentidos y agradecido aplausos entre composición y composición, cuestión que la banda agradecía en los interludios. Además, sobrepasado el ecuador del directo, interesa volver a apuntar el sobresaliente sonido de la banda.
       Éxito. La intervención de Ánima Barroca tocaba a su fin. Con un ambiente de fiesta por todo lo grande y con una sala con un aforo ya considerable, el concierto vistió un semblante apabullante en estos extremos. Existe algún que otro video en las propias redes sociales de la banda que os invito a visualizar para corroborar cada una de mis últimas palabras sobre éxito en el directo de los sevillanos.
A “Getsemani” la esperaba con ansias. He de confesar que me apasiona su letra y su melodía. Necesitaba constatar que la banda la defendería con la garra que denota la composición en su versión en estudio. Buena prueba de que lo consiguieron, y con creces, fue el aplauso que consiguieron del público a su término, constatando que la formación hispalense (también) es un grupo de directos, y no sólo de estudio.


     Para finalizar, “Al tercer Día” serviría como colofón de un directo sobresaliente en todas sus vertientes, ratificando a los A.B. como una de las bandas de mayor proyección de Sevilla y Andalucía, y que, indudablemente, se encuentran en un estado de forma envidiable para “tirarse a la carretera” y llevar su “I.N.R.I” a los principales festivales de este país por lo que, desde este momento los recomendamos, pues queremos más de esta banda sevillana, allende… más allá de tierras andaluzas.
No quiero dejar de hacer mención y destacar al resto de la banda, concretamente a Antonio Mellinas al bajo y Jesús Álvarez a los teclados, pues su trabajazo en la noche del sábado fue igualmente clave en el éxito, sin paliativos, de Ánima Barroca.

       Opera Magna

      Tras la descarga más que destacable de los sevillanos, se avecinaba el plato fuerte de la noche. De nuevo, cuestiones técnicas: Desde el punto de vista positivo he de destacar el buen hacer de la Sala Fanatic pues, desde la perspectiva del que suscribe, el tiempo de espera entre banda y banda fue prácticamente imperceptible, aunque con el buen rollo que había en la sala, entiendo que, de pasar mucho tiempo, hasta se agradeció para poder charlar con amigos que vinieron a compartir la velada. Aunque insisto, no fue mi sensación. Cuando aún estábamos paladeando el buen sabor de boca de la banda invitada, con una asistencia ya destacable, irrumpían por las escalinatas de acceso al escenario los integrantes de Opera Magna.
    Trilogía. Antes de entrar al inicio y análisis del concierto, he de puntualizar que los valencianos las tenían todas consigo para triunfar como, de hecho, lo hicieron: “Del amor y otros demonios” ha sido la magna opus de la banda. Compuesta de 2 “EPs” hasta la fecha, la presentación del Tercer Acto, que cerraría la trilogía, sólo hacía presagiar buenas sensaciones. Ya no sólo por el virtuosismo que impregna sus dos primera tandas de composiciones (Acto I y Acto II), y de las que todos nos sabíamos al dedillo cada una de sus canciones, sino porque, además, este Acto III, daba continuidad al sonido de la trilogía, marcando y clausurando una obra imponente de la que íbamos a tener el gusto de disfrutar en toda su extensión, y eso, queridos lectores, acabó siendo un orgasmo acústico.
Volviendo al lado técnico, y en el lado negativo, llamó poderosamente la atención que fuera precisamente la banda principal la que trastabillara en la primera descarga en los que a cuestiones técnicas se refiere, pues el micro de José Broseta no quiso funcionar al inicio de su bolo. Por suerte, dicho error se solucionó al instante. Tuve la sensación de que al menos en los dos primeros descargues hubo problemas de sonido, pero, gracias a Dio, fue una cuestión meramente anecdótica, de la que nos olvidaríamos en seguida, ante la bestialidad de unos músicos majestuosos que hicieron una delicia de concierto. Pero vayamos paso a paso.


       Tras la primera descarga de presentación, comenzaban a llegar los buques insignias de la banda. El primero de ellos fue la soberbia “La Herida”, donde cada uno de los asistentes comenzaron a cantar a pleno pulmón cada coma de la letra, anticipando que el “feedback” banda/público era desde el inicio una tarea completada.
      Virtuosidad. Es innegable y para nadie es desconocido el inconmensurable torrente y la potencia vocal de José Broseta, la velocidad en las 6 cuerdas de Javier Nula o la versatilidad de Alejandro Penella a las cuatro cuerdas. No hubo tema malo. No hubo descarga que no dejara buenas sensaciones ante el respetable. Y buen ejemplo de ello sería la épica “Despues de ti” donde nos sólo los mencionados, sino toda la banda en conjunto hizo las delicias del respetable.
      Humildad. Tras el concierto, tuve la ocasión de charlar largo y tendido con Alejandro, (bajo), el cual me transmitía buenas sensaciones del directo, a pesar de que yo insistía en que me hubiera gustado un “sold out”, ya que ambas bandas se lo merecían. Éste, sin embargo, me transmitía una fantástica sensación de lo que para él fue lo que a la banda le transmitió el público sevillano. Fue en ese momento donde entendí que, pese a todo, se trataba de un grupo con los pies en la tierra. Es más, fui yo el que le transmitió a él que en “Hijos de la tempestad” tuve que echar la vista atrás al denotarlo algo estático en ciertos pasajes de la canción, rictus el cual no obedecía a aburrimiento o hastío, sino a absoluta y clara admiración a la banda. Él me refrendó haber sentido esto. Y esto señores, es algo mágico.


      Sin piedad, continuaría la descarga de temazos como “La trampa del tiempo”, que serviría de antesala del primero que se extraería de este tercer acto presentado, que a su vez, sería “single/ lyric video”: “Mi reino, el olvido”, composición que sirve para representar, justificar y refrendar lo expresado anteriormente. Los Opera Magna han conseguido que los tres actos se entiendan, pese a sus intervalos de composición, (2014, 2015 y 2019), como un todo, como un LP compuesto en tres situaciones temporales distintas pero que crean un disco soberbio y sobre todo, lo que a mi entender es lo más importante, con continuidad en su sonido. Fue muy gratificante descubrir que “Mi reino, el olvido” podría haber estado en el acto I o en el II y nadie hubiera notado el tempos transcurrido. Además, y todo sea dicho de paso, ¡sonó de cojones!
En idénticos términos ocurriría, avanzada la velada, con “In nomine”, también perteneciente a "El amor y otros demonios Acto III". Divertidísimos los momentos en los que el “frontman” le requería al guitara “más velocidad” a medida de que estructuraba sus solos, convirtiéndose en vertiginosos.


       Carisma. Hablando de trilogías, la compuesta por la traca final de “Lo soñado y lo vivido”, “El Pozo y el péndulo” y la apasionante “Horizontes de Gloria” subieron la última marcha al directo para que el concierto de convirtiera en un derroche de virtuosismo musical, donde todas las almas allí congregadas cantaron a pleno pulmón y al unísono estas últimas descargas, sabedores de que el final se acercaba y queriendo disfrutar cada segundo de lo que restaba de Opera Magna. “El Broseta” en este punto del concierto, completamente fusionado con los allí congregaos era todo carisma sobre el escenario. Da gusto ver a las bandas tan integradas con su público y que se pueda sentir ese feedback en los momentos álgidos de los directos
       Hermandad. Una vez acabado este segundo concierto, aún resonándonos en los oídos, tuvimos la ocasión de disfrutar, como decíamos al principio, de varias conversaciones con miembros de ambas bandas, que derrocharon cercanía, simpatía y afectuosidad. Fue el mejor broche final a un día de Heavy Metal. Da igual que seas banda emergente o consagrada, da igual que pertenezcas a otra banda de renombre (como los “tapadillos” del día, Narci y Migue de los Saurom que vinieron a disfrutar como uno más de la fiesta), da igual… Una vez acabados los bolazos, todos nos “arrejuntamos” en comunidad, a comentar los entresijos de este apasionante mundillo. Mis más sinceras felicitaaciones a Ánima Barroca y a Opera Magna, por su buen hacer arriba y, sobre todo, abajo del escenario. Así da gusto formar parte de esta comunidad. ¡Por más veladas de este nivel!

Éxito de un evento épico. La Fanatic registró una gran entrada de público.


Texto: Antonio J. Álvarez Asencio.

Fotografía: Ale Puch

Edición digital: José Luis Alarcón P.



Arriba, Ale Puch entre dos colosos de la voz, J. Broseta y M.A. Franco de Saurom. Abajo, Antonio J. Álvarez "Nono" con integrantes de Opera Magna y sus chapas de "Sopletillo".




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