Opera Magna + Ánima Barroca. Sala Fanatic, Sevilla (23/11/19)
Familiar.
Así fue la sensación que
percibimos los que tuvimos el gusto de asistir a estas dos
sobresalientes descargas que nos brindaron los sevillanos Ánima
Barroca y los valencianos Opera
Magna, la grata
percepción de que todos jugábamos en casa, incluidos los que venían
de fuera y que, entre todos los asistentes, estuvieran abajo o encima
del escenario, se había creado un clima de complicidad que, una vez
terminados los conciertos, se confirmaría con conversaciones,
anécdotas, risas, fotos etc..
Y
lo cierto es que partíamos de un encuadre envidiable. Una buena
parte del equipo de Esquirlas
de Metal, con destacadas
ausencias, eso sí, pudimos disfrutar desde el medio día de una
quedada que quedará para el recuerdo, pues sirvió para que nuestra
particular familia, que engloba este ilusionante proyecto,
compartiera igualmente anécdotas, risas y fotos, así como apuntalar
nuevos proyectos de los que en breve os haremos partícipes, por lo
que, desde aquí os invitamos a seguirnos en todas nuestras redes
sociales. ¡Equipazo!
Pero
estaba aclaro que el plato fuerte del día era aquello que no sólo
aúna a este grupo de Esquirlas
de Metal, sino a todos los
asistentes a la Sala
Fanatic, y es, ni más ni
menos, disfrutar de la música, el nexo de unión de todos nosotros,
¡y
vaya si disfrutamos!
Ánima Barroca
La
primera banda que saltaba al escenario eran los locales Ánima
Barroca,
a quienes no tuve la
oportunidad de verlos en el concierto presentación de su último
trabajo “I.N.R.I”,
del que sí tuve la suerte
de realizar reseña, la cual tenéis en el
blog (aquí), y a los cuales les
tenía muchísimas ganas.
Con
una asistencia discreta en los primeros compases de los instrumentos,
inmediatamente pude percatarme de que estos chicos suenan muy, pero
que muy bien en directo. Y desde este mismo momento apunto que no fue
sólo cuestión de la primera descarga (normalmente la más difícil
de ecualizar y coordinar), sino que el sonido de la banda fue
exquisito durante la duración de toda su puesta en escena.
Como
no pudiera ser de otra forma, la banda decidió empezar su recital
con el single de este nuevo trabajo denominado “I.N.R.I.”,
“Estrella
de Guía”,
que resulta ser una de mis
preferidas del plástico que, os puedo garantizar, sonó arrolladora.
La única pega que puedo poner, es que al lanzamiento de esta primera
descarga, el público no estaba aún metido en el concierto, cuestión
que deslució la energía con la que los cuatro integrantes salieron
al escenario. Pero eso iba a cambiar…
Profesionalidad.
Creo que a medida que avanzaban en su directo, cuando me iba
deteniendo a analizar a los diferentes integrantes de la banda en sus
correspondientes intervenciones, me vino esa palabra a la cabeza. Con
“Muerto
en vida”, su
segundo tema a tocar, fue Pepe Sánchez-Palencia,
el baterista, el que captó mi atención en los primeros compases de
un tema que empezó a despertar, como no pudiera ser de otra forma, a
un público que constataba el buen hacer de la banda.
El
recorrido por el recién nacido “I.N.R.I.
continuó sin demora. En
“Cuarenta
Días”, y como ya
destaqué al momento de realizar su reseña, era el momento de que
toda mi atención fuera captada hacia las cuerdas de don Antonio José
Alvarez, que con una actitud imponente, realizó un solo
sorprendente, que no sería el único a lo largo del restos de
composiciones, ni por asomo.
Con
“Al
borde del Infinito”,
y tal y como me pude
percatar echando discretas miradas atrás, pude comprobar que la
banda iba, paulatinamente, atrapando al respetable. Sin aspavientos,
pero con discretos “headbangings” y con caras de satisfacción y
aprobación, disfrutamos de una de los temas más punteros de la
banda, a criterio de un servidor, que en directo suena, me atrevería
decir, hasta mejor que en estudio. Aquí me detendré en Jesús
Martínez,
vocalista de la banda: y es que el sentimiento que transmitió en
este tema en concreto y en general en todo el bolo es algo que me
sorprendió muy gratamente. La potencia vocal de este chaval es muy
destacable a distancias cortas, eso es un hecho que me quedó claro
al terminar el concierto de Ánima
Barroca,
y me encantó poder
hacérselo saber cuando tuve la ocasión de hablar con él.
Entrega.
Era evidente que los sevillanos tenían que aprovechar el tempo y no
se entretuvieron en charlar entre canción y canción más de lo
estrictamente necesario. Llegaba el turno de “Bajo
la cruz”. Como
decíamos anteriormente, la banda ya se había ganado al público y
comenzaban a producirse sentidos y agradecido aplausos entre
composición y composición, cuestión que la banda agradecía en los
interludios. Además, sobrepasado el ecuador del directo, interesa
volver a apuntar el sobresaliente sonido de la banda.
Éxito.
La intervención de Ánima
Barroca tocaba a su fin. Con un
ambiente de fiesta por todo lo grande y con una sala con un aforo ya
considerable, el concierto vistió un semblante apabullante en estos
extremos. Existe algún que otro video en las propias redes sociales
de la banda que os invito a visualizar para corroborar cada una de
mis últimas palabras sobre éxito en el directo de los sevillanos.
A
“Getsemani”
la esperaba con
ansias. He de confesar que me apasiona su letra y su melodía.
Necesitaba constatar que la banda la defendería con la garra que
denota la composición en su versión en estudio. Buena prueba de que
lo consiguieron, y con creces, fue el aplauso que consiguieron del
público a su término, constatando que la
formación hispalense
(también) es un grupo de directos, y no sólo de estudio.
Para
finalizar, “Al
tercer Día” serviría
como colofón de un directo sobresaliente en todas sus vertientes,
ratificando a los “A.B.”
como una de las bandas de
mayor proyección de Sevilla y Andalucía, y que, indudablemente, se
encuentran en un estado de forma envidiable para “tirarse a la
carretera” y llevar su “I.N.R.I”
a los principales
festivales de este país por lo que, desde este momento los
recomendamos, pues queremos más de esta banda sevillana, allende…
más allá de tierras andaluzas.
No
quiero dejar de hacer mención y destacar al resto de la banda,
concretamente a Antonio Mellinas al bajo y Jesús Álvarez a los
teclados, pues su trabajazo en la noche del sábado fue igualmente
clave en el éxito, sin paliativos, de Ánima
Barroca.
Opera Magna
Tras
la descarga más que destacable de los sevillanos, se avecinaba el
plato fuerte de la noche. De nuevo, cuestiones técnicas: Desde el
punto de vista positivo he de destacar el buen hacer de la Sala
Fanatic pues, desde la
perspectiva del que suscribe, el tiempo de espera entre banda y banda
fue prácticamente imperceptible, aunque con el buen rollo que había
en la sala, entiendo que, de pasar mucho tiempo, hasta se agradeció
para poder charlar con amigos que vinieron a compartir la velada.
Aunque insisto, no fue mi sensación. Cuando aún estábamos
paladeando el buen sabor de boca de la banda invitada, con una
asistencia ya destacable, irrumpían por las escalinatas de acceso
al escenario los integrantes de Opera
Magna.
Trilogía.
Antes de entrar al inicio y análisis del concierto, he de
puntualizar que los valencianos las tenían todas consigo para
triunfar como, de hecho, lo hicieron: “Del
amor y otros demonios” ha
sido la magna opus de la banda. Compuesta de 2 “EPs” hasta
la fecha, la presentación del Tercer Acto, que cerraría la
trilogía, sólo hacía presagiar buenas sensaciones. Ya no sólo por
el virtuosismo que impregna sus dos primera tandas de composiciones
(Acto I y
Acto II), y de las que
todos nos sabíamos al dedillo cada una de sus canciones, sino
porque, además, este Acto
III, daba continuidad al
sonido de la trilogía, marcando y clausurando una obra imponente de
la que íbamos a tener el gusto de disfrutar en toda su extensión, y
eso, queridos lectores, acabó siendo un orgasmo acústico.
Volviendo
al lado técnico, y en el lado negativo, llamó poderosamente la
atención que fuera precisamente la banda principal la que
trastabillara en la primera descarga en los que a cuestiones técnicas
se refiere, pues el micro de José Broseta no quiso funcionar al
inicio de su bolo. Por suerte, dicho error se solucionó al instante.
Tuve la sensación de que al menos en los dos primeros descargues hubo
problemas de sonido, pero, gracias a Dio, fue una cuestión meramente
anecdótica, de la que nos olvidaríamos en seguida, ante la
bestialidad de unos músicos majestuosos que hicieron una delicia de
concierto. Pero vayamos paso a paso.
Tras
la primera descarga de presentación, comenzaban a llegar los buques
insignias de la banda. El primero de ellos fue la soberbia “La
Herida”, donde
cada uno de los asistentes comenzaron a cantar a pleno pulmón cada
coma de la letra, anticipando que el “feedback” banda/público
era desde el inicio una tarea completada.
Virtuosidad.
Es innegable y para nadie es desconocido el inconmensurable torrente
y la potencia vocal de José Broseta, la velocidad en las 6 cuerdas
de Javier Nula o la versatilidad de Alejandro Penella a las cuatro
cuerdas. No hubo tema malo. No hubo descarga que no dejara buenas
sensaciones ante el respetable. Y buen ejemplo de ello sería la
épica
“Despues de ti” donde
nos sólo los mencionados, sino toda la banda en conjunto hizo las
delicias del respetable.
Humildad.
Tras el concierto, tuve la ocasión de charlar largo y tendido con
Alejandro, (bajo), el cual me transmitía buenas sensaciones del
directo, a pesar de que yo insistía en que me hubiera gustado un
“sold out”, ya que ambas bandas se lo merecían. Éste, sin
embargo, me transmitía una fantástica sensación de lo que para él
fue lo que a la banda le transmitió el público sevillano. Fue en
ese momento donde entendí que, pese a todo, se trataba de un grupo con los pies en la tierra. Es más, fui yo el que le transmitió a él
que en “Hijos
de la tempestad”
tuve que echar la vista
atrás al denotarlo algo estático en ciertos pasajes de la canción,
rictus el cual no obedecía a aburrimiento o hastío, sino a absoluta
y clara admiración a la banda. Él me refrendó haber sentido esto.
Y esto señores, es algo mágico.
Sin
piedad, continuaría la descarga de temazos como “La
trampa del tiempo”,
que serviría de antesala del primero que se extraería de este
tercer acto presentado, que a su vez, sería “single/ lyric video”:
“Mi
reino, el olvido”,
composición que sirve para representar, justificar y refrendar lo
expresado anteriormente. Los Opera Magna han conseguido
que los tres actos se entiendan, pese a sus intervalos de composición,
(2014, 2015 y 2019), como un todo, como un LP compuesto en tres
situaciones temporales distintas pero que crean un disco soberbio y
sobre todo, lo que a mi entender es lo más importante, con
continuidad en su sonido. Fue muy gratificante descubrir que “Mi
reino, el olvido” podría haber estado en el acto I o en el II y
nadie hubiera notado el tempos transcurrido. Además, y todo sea
dicho de paso, ¡sonó de cojones!
En
idénticos términos ocurriría, avanzada la velada, con “In
nomine”,
también perteneciente a
"El amor y
otros demonios Acto III".
Divertidísimos los momentos en los que el “frontman” le requería
al guitara “más velocidad” a medida de que estructuraba sus
solos, convirtiéndose en vertiginosos.
Carisma.
Hablando de trilogías, la compuesta por la traca final de “Lo
soñado y lo vivido”, “El Pozo y el péndulo” y
la apasionante “Horizontes
de Gloria” subieron
la última marcha al directo para que el concierto de convirtiera en
un derroche de virtuosismo musical, donde todas las almas allí
congregadas cantaron a pleno pulmón y al unísono estas últimas
descargas, sabedores de que el final se acercaba y queriendo
disfrutar cada segundo de lo que restaba de Opera Magna. “El
Broseta” en este punto del concierto, completamente fusionado con
los allí congregaos era todo carisma sobre el escenario. Da gusto
ver a las bandas tan integradas con su público y que se pueda sentir
ese feedback en los momentos álgidos de los directos
Hermandad.
Una vez acabado este segundo concierto, aún resonándonos en los
oídos, tuvimos la ocasión de disfrutar, como decíamos al
principio, de varias conversaciones con miembros de ambas bandas, que
derrocharon cercanía, simpatía y afectuosidad. Fue el mejor broche
final a un día de Heavy Metal. Da igual que seas banda emergente o
consagrada, da igual que pertenezcas a otra banda de renombre (como
los “tapadillos” del día, Narci y Migue de los Saurom que vinieron a disfrutar
como uno más de la fiesta), da igual… Una vez acabados los
bolazos, todos nos “arrejuntamos” en comunidad, a comentar los
entresijos de este apasionante mundillo. Mis más sinceras felicitaaciones a Ánima
Barroca y a Opera
Magna,
por su buen hacer arriba y,
sobre todo, abajo del escenario. Así da gusto formar parte de esta
comunidad. ¡Por más veladas de este nivel!
Éxito de un evento épico. La Fanatic registró una gran entrada de público.
Texto: Antonio J. Álvarez Asencio.
Fotografía: Ale Puch
Edición digital: José Luis Alarcón P.
Arriba, Ale Puch entre dos colosos de la voz, J. Broseta y M.A. Franco de Saurom. Abajo, Antonio J. Álvarez "Nono" con integrantes de Opera Magna y sus chapas de "Sopletillo".
* Más fotografías del evento en nuestra página de Flickr :
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