Coldspell. Sala Louis Louis, Estepona (27/11/19)
Skål! Brindis: momento
de una celebración en el que los invitados levantan y entrechocan
las copas, para así manifestar buenos deseos. En los conciertos todo
es bien, hasta que el artista de turno cree divertido beber y escupir
al público. (No fue el caso en esta ocasión)
El pasado miércoles,
día 27, volví a desplazarme hasta Estepona para disfrutar de un
concierto, una vez más en Louie Louie Rock Bar, que de no ser por la
distancia, sería mi nuevo lugar favorito para disfrutar de música
en directo y Jack Daniels Honey on the rocks. En este caso, los
culpables de hacer que me recorriera miles de kilómetros, sin ánimo
de parecer exagerada, fueron los suecos Coldspell.
La banda de hard
rock/metal melódico está de gira por España celebrando el décimo
aniversario de su primer disco “Infinite
Stargaze” y la primera parada era justamente allí,
en Estepona. Una vez más, he de confesar que no sabía de la
existencia de este grupo y que he descubierto, al igual que me
ocurriera con Sparzanza, gracias a Louie Louie.
El concierto estaba
programado para las 22:30. Son las 22:30 y apenas hay una diez
personas en el bar (aún me estoy acostumbrando a ver este tipo de
conciertos en un bar y no en una sala, con gente charlando en un
lado, otras jugando al billar y mientras en el escenario...). El
hecho de ser en día laborable, miércoles, juega bastante en su
contra; aunque por el precio de la entrada casi merece la pena
acostarse un poco más tarde, diez euros anticipada, trece en
taquilla. Mi amigo Jim Beam me acompaña durante la espera. Algo más
de público empieza a entrar y a eso de las 23:08 exactamente, al
grito de “All you ready!?” el bajista aparece de entre las
tinieblas y comienza el show. Una vez están todos los integrantes a
la vista, las comparaciones son inevitables, grupo de apariencia muy
heterogénea; Chris Goldsmith, el bajista, es la viva imagen de Zakk
Wylde, aunque con algunos kilos menos, Perra Johansson, es el batería
y su nombre está bien escrito, parecía salido de un concierto de
metal industrial alemán; Niclas Swedentorp, cantante de la banda,
bien podría tener otro grupo de pop para adolescentes y Michael
Larsson, guitarrista, es probablemente el estéticamente más
hardrockero, Joey Tempest con melena rubia.
Volviendo al apartado
musical, “Legacy” es la
encargada de abrir la noche. No hay teloneros, ni presentación
previa, entran pisando fuerte desde el primer segundo. Vienen con
ganas de tocar y consiguen transmitir su entusiasmo con canciones
potentes y estribillos pegadizos, siendo un claro ejemplo la
siguiente canción con la que nos deleitaron, “Forevemore”.
Escuchando uno de sus discos, tengo que reconocer que no me dicen
mucho, no deja de ser un grupo más de rock melódico, pero verlos en
directo ya es otra cosa, su principal objetivo es que el público
disfrute con ellos y su música, con ritmos que te invitan a, como
mínimo, mover la melena, ejemplo de ello fue “It
Hurts”. Con “This is me”
ya tenían al público en el bolsillo. Músicos muy cercanos y
simpáticos, bromeando en todo momento e invitando a brindar canción
tras canción al grito de “Skål!”
(salud en sueco), y no sería yo quien estuviera sin un vaso en la
mano para no cumplir con su deseo. Empiezan a sonar los acordes de la
canción más esperada, “Infinite
Stargaze”, perteneciente a su primer álbum y de la cual
venían presentando una nueva versión, fórmula de acierto seguro de
típica canción hard rock, pero que, me vuelvo a repetir, en directo
ganan mucho.
El concierto seguía transcurriendo en un ambiente casi
familiar y en el que me atrevería a decir que yo era la más joven
de los allí reunidos; tampoco en Málaga me libré de la presencia
de un sucedáneo del Hombre-Pantalla, pero que conseguí solventar
con elegancia, Skål! Fue
sin duda con “Time” con la
que todo el público se vino arriba, unas campanas anunciaban su
llegada, sonaba realmente potente, en parte también, por el buen
sonido del local. Y tras la euforia, parón y despedida, Skål!
y... bises, para ello pidieron que todos nos acercáramos al
escenario. La fiesta seguía con “Paradise”
siendo coreada por los allí reunidos. Entre brindis y brindis,
solicitaron que se les acercara unos chupitos de Jack Daniels, Skål!
Me iban conquistando el corazón por momentos, siempre con una
sonrisa en la cara y buen rollo. Pero llegó el momento que menos me
gusta en un concierto, el de repetir los “uooo uooo” del
cantante, pero en este caso fueron sustituidos por “yeeee iiiieee
yeeee”, que evidentemente también me negué a cantar. Skål!
“Straight
Things Out” supondría
el final para una gran noche de rock.
Tras la presentación de toda
la banda, un último brindis entre todos, foto grupal y una vez todo
había terminado, descendieron al calor de la barra del bar donde
estuvieron amablemente haciéndose fotos, firmando discos e incluso
posando con Sopletillo, aunque fue vilmente tapado (si se ve la tarjeta). Realmente,
mereció la pena desplazarse hasta Estepona, músicos que se dejan
la piel en el escenario a pesar de que la afluencia de público no
sea la esperada.
Y
así, estimado lector, es como viví el concierto de Coldspell.
Nota:
la elección del atuendo puede que fuera vilmente elegida. Skål!
Nota del Equipo EdeM: ¡Malvadaaaa!
Set list:
- Legacy
- Forevermore
- It Hurts
- Angel of the World
- Eye of the Storm
- This is Me
- Night Falls
- Infinite Stargaze
- On the Run
- Call of the Wild
- Six Feet Under
- Time
- Paradise
- Straight Things Out